Maestra en sorprender, y en su despedida lo ha hecho como nunca, pues efectivamente, la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Dña. Esperanza Aguirre, ha dejado a todo el mundo estupefacto.
En su despedida parece aflorar como un halo de ambigüedad en cuanto a que la verdadera razón sea la grave enfermedad que la detectaron hace un año. Dios quiera que no sea esa la razón. A mí particularmente me llama la atención cuando ella misma dice que ese no ha sido el único motivo.
Tengo la percepción que lo de Esperanza Aguirre, podría haber sido más un portazo que otra cosa, lo que finalmente le haya decidido a presentar en estos momentos la dimisión, momentos por cierto tan inoportunos.
Las discrepancias con Mariano Rajoy, vienen de antes del Congreso de Valencia, aunque fuera en él donde se acentúan. Discrepancias que no han dejado de aflorar, incluso públicamente hasta hace unos días, cuando lo de "cambiar las leyes que hicieran falta" por el tema del euro casino, incluido lo de permitir fumar, que Cospedal, fulminantemente, se supone que previa consulta con Rajoy, dijo "que nones". Luego lo de Bolinaga y su claro enfrentamiento con la decisión del Gobierno. En fin, que no era precisamente una balsa de aceite lo que había entre el presidente del Gobierno y lo de la presidenta de la Comunidad madrileña.
Esperanza Aguirre llegó y se va de la presidencia de la Comunidad, de forma sorpresiva. No habría sido la Presidenta si no hubiera sido por el llamado "caso tamallazo". Dos socialistas: un hombre y una mujer, que no votaron la investidura de Rafael Simancas. Desde luego, si lo único que pretendían era hacerle daño el PSOE, lo consiguieron al máximo, aunque éstas son las horas en que nunca se ha sabido con claridad, el por qué de la traicionera postura de estos dos lamentables, por no decir repugnantes personajes, que trastocaron y de qué manera la historia.
Ahora se va Dña. Espe de golpe, ¿de verdad, de verdad de la buena, que lo que ha dicho son los verdaderos motivos? No me cuadra, porque nunca tuve a Dña. Esperanza como una política que dejase las cosas a medio hacer. Lo del cacareado eurocasino de Las Vegas en Madrid, está cogido con alfileres. Podría ser un éxito o una monumental chapuza al estilo de "Bienvenido Mr. Marshall".
A Dña. Esperanza, se la recordará también por sus notables meteduras de pata verbales. Quizá por decir las cosas como las piensa, pero lo que no hay en su curriculum, son "espantadas" dejando proyectos inacabados. Algunos, bien es verdad, mejor nos luciría el pelo no haberlos empezado.
En cuanto a las monumentales meteduras de pata de carácter cultural, tengo en mi archivo un ramillete no pequeño precisamente. Les dejo un ejemplo: Cursaba una visita la Sra. Aguirre en mayo de 2.006 en Fuenlabrada (Madrid), al colegio que lleva por nombre el de la escritora Dulce Chacón. Entonces, espontánea como es ella, pregunto a unos familiares dónde se encontraba ésta. La escritora había fallecido en 2003. Lo de Saramago ni les cuento.
En cualquier caso, repito, ojalá que su dimisión no sea por culpa de la enfermedad que le detectaron hace un año. Espero y deseo que su salud siga siendo tan fuerte como sus convicciones políticas y el coraje con que las ha defendido.