Una de las preguntas más repetidas en la historia contemporánea de Menorca es cuál es el modelo turístico de la Isla. Se ha formulado infinidad de veces y sin embargo continúa sin respuesta. El director del Centre de Recerca Econòmica, Antoni Riera, llegó a una conclusión en el Foro de Economía. Si no se ha encontrado una respuesta después de tanto tiempo puede ser que esté mal planteada, pero lo que es seguro es que no vale la pena perder más tiempo en ello y plantear, en cambio, otras cuestiones que seamos capaces de responder. El modelo es el que es, el que se ha levantado durante años. A menudo da la sensación que pretendemos empezar de nuevo, pasando de los aciertos y de los errores del pasado. Ellos forman parte también de nuestro patrimonio. Van en la maleta.
Es curioso comprobar como sabemos bastante bien lo que queremos, somos capaces de vislumbrar la obra pintada de los colores que nos gustan, pero insistimos en ponerle un marco al cuadro. Y el debate se centra en el marco y no en la pintura, que es la que tiene valor.A mí me gusta la Isla que tenemos y estoy convencido de que sabremos dejarla en herencia en unas buenas condiciones. Por tanto, ya tengo el modelo. Ahora se trata de poner ejemplos para mejorar la obra. ¿Vamos a apostar por las energías renovables? ¿Es interesante la propuesta de transformar toda la basura en diesel sintético? ¿Nos creemos que nuestros yacimientos arqueológicos merecen ser patrimonio de la Humanidad? ¿Conseguiremos que los visitantes disfruten tanto de la Isla como nosotros?