Te lo pueden quitar todo y que no pase nada. Nos lo están quitando todo y nada pasa. Nos quitan millones delante de nuestra cara con mucha por su parte. Nos roban los políticos, nos roban los empresarios y los urdangarines, también los malayos y consejeros de banca, nos roban los promotores, nos lo roban todo y los que más tienen. Nos reducen las posibilidades mientras aumentan las suyas, nos menguan el futuro mientras se amplían el horizonte. Así funciona esta nueva época, esta extraña Era, que deja todo en eso, en "era", y ya nada es como antes o mejor dicho, ahora es más claro que lo de antes no era nada, como siempre. Nos quitan derechos como si eso se pudiera, y realmente pueden, pues aunque no se pierdan no cuentan, nos quitan cobertura social, sanitaria, nos dificultan la educación de nuestros hijos, la empeoran y con ello los años que vengan, que se van trayendo cegados de codicia, llenándose los bolsillos, inutilizando los de los demás. Los nuestros. Manos arriba, España es un atraco a punta de bolígrafo.
Y es que hay quien para robar millones no necesita más que firmarlos suyos. Y eso hacen constantemente, los pocos que pueden, mientras el resto va pudiendo cada vez menos, se va pudriendo. La calles se llenan de protestas, de gente que pide que esto pare, de gente que dice que ya basta, que ya resiste sin margen, pero no son nadie, son pobres y afean, son muchos pero no cuentan, no saben de leyes y acabarán encerrados por ellas, no saben de nada, y como nada se les trata. Si robas para matar el hambre irás a la cárcel a comer bocadillos, pero si robas y matas a otros con más hambre irás de despacho en despacho firmando más millones y más propiedades, mayores negocios fraudulentos, más miseria para los demás, más hambre, más muertos. Es lo que hay. Así funcionan las leyes, así se aplican. Hay delitos para privilegiados, robos que sólo pueden cometer unos pocos, los más ricos, pero esos pocos que los cometen escriben a cuatro manos con el que legisla las leyes que les indultan, salvan o esquivan. Todos al suelo, España es un atraco perpetrado desde arriba.
Y desde lo alto sonríen todavía. Arriba siguen satisfechos, simulando buscar soluciones pero viviendo de que persista el problema, de que no se ataje de raíz, de que no les arranquen de cuajo de sus privilegios. Gobernados por políticos a los que no les importa empeorar todo cuanto les rodea si a cambio pueden aislarse confortablemente con su riqueza e influencias. Que nadie se mueva, España es una atraco y ustedes las monedas.