El penúltimo portavoz de la plutocracia, el penúltimo vocero de la cleptocracia, el penúltimo cretino que nos has llovido encima vía Twitter es el portavoz del gobierno regional de Madrid, don Salvador Victoria.
A tan ilustre personaje no se le ha ocurrido nada mejor que comparar las manifestaciones ciudadanas del pasado sábado con el intento de golpe de Estado de Tejero y sus secuaces. Don Salvador se ha cubierto de gloria afirmando que las manifestaciones de ciudadanos son: "un tsunami contra las libertades y la democracia parlamentaria", y se ha quedado tan pancho, tal vez después de semejante tontería se ha fumado un purito a la salud de su jefe Mariano, o ha sido invitado al lujoso ático marbellí de su otro jefe, el presidente puesto a dedo de la comunidad de Madrid don Ignacio González. Díganos, ¿en qué lucido momento del día se le ocurrió que sus declaraciones ayudaban a regenerar la vida política y a limar el cisma que existe entre los ciudadanos y sus representantes?
Claro que esta democracia le va de perlas a don Salvador Victoria, que debe preferir un pueblo acobardado y dócil antes que un pueblo vivo y reivindicativo. El no ve, o no quiere ver, que una democracia no se puede reducir al simple hecho de votar cada cuatro años, y que los elegidos en las urnas no tienen un cheque en blanco para hacer y deshacer a su antojo. Que la división de poderes es básica para que una democracia funcione y que la libertad de expresión es un derecho constitucional e inviolable, por más que a él le gustara reducirla e imponer leyes más restrictivas. Supongo que ya le va bien con este rollito que tiene montada la actual casta política, fijo que ni sufrirá un desahucio, ni un despido injusto, ni le retirarán la tarjeta sanitaria.
Ay¡ don Salvador Victoria que cansaditos estamos de tipos como usted, de compañeros suyos que nos gritan que nos jodamos, de politiquillos que afirman que los parados se gastan las ayudas en teles de plasma, de presidentes del Congreso que ordenan abandonar el hemiciclo a los ciudadanos al grito de : " que los saquen, coño", por cierto esta última expresión sí que recuerda al otro 23-F, de los cuatrocientos políticos imputados en caso de corrupción y del " y tú más " que os gastáis todos cuando os aprietan los zapatos.
Este defensor de la privatización de la sanidad en Madrid, que además es abogado, llama golpistas a los ciudadanos que reclaman en la calle mejoras para la sociedad en lugar de dedicar el tiempo no sé, a preparar la querella que su partido dijo que le pondría a su tesorero Bárcenas. Que conste, queridos lectores, que lo digo solo por dar una idea. Y mientras este diario me lo permita lo haré públicamente, después quien sabe, igual por bocazas y por esta maldita manía de ejercer el derecho a réplica nos encontramos en Twitter, si para entonces no están ustedes hartos de tanta gilipollez.