Una de las expectativas permanentes para la mejora de la actividad económica se refiere al turismo náutico. Al margen del alquiler de embarcaciones, que parece mantener un buen ritmo, la demanda de amarres no crece y en pleno julio se pueden ver muchos puestos vacíos. El problema ya no se centra tanto en los precios de los amarres, sino en el conjunto de la oferta y en aspectos concretos que tampoco ayudan. La oferta en Fornells y Ciutadella se ha ampliado y la que gestiona directamente Ports a precios muy económicos en muchas ocasiones no se satura. El pago por fondear en las boyas ecológicas instaladas en Fornells y Es Grau provoca algunas quejas, según han expresado usuarios y residentes en estas zonas. El turismo náutico sí está siendo un factor de reactivación económica en otros puertos de Balears, en cambio en Menorca falta un impulso a toda la oferta y una mejora de la imagen de conjunto. La comparación en negativo de Maó con otros puntos de gran lujo de la costa mediterránea puede haber tenido un efecto disuasorio, al igual que los cambios de gestión. Conviene prestar mayor atención a este tipo de turismo, de alto poder adquisitivo, con mejores condiciones de acogida.
Editorial
El turismo náutico ha de aportar más a la Isla