La Orquestra de Cambra Illa de Menorca ha ofrecido estos dos últimos días sus conciertos número 100 y 101. Ha actuado en los dos festivales de música de Joventuts Musicals, en Ciutadella y Maó, el mejor de los escenarios, volviendo a sus orígenes. La OCIM es sin duda uno de los proyectos musicales más ambiciosos que se han impulsado en la Isla. La premisa para su creación era de una lógica aplastante: la cantidad y calidad de la actividad musical menorquina merece y necesita una formación orquestal. Sin embargo, llevaba dos años sin actuar por falta de recursos y de apoyo oficial. Por este motivo, tiene mayor valor su reaparición en la iglesia del Socors de Ciutadella y en el Teatre Principal de Maó.
Joventuts Musicals es una entidad que ha demostrado su compromiso con la música y con la sociedad menorquina. En Ciutadella se creó hace 55 años y el lunes uno de sus fundadores Josep Antoni Pons Roca recibió un merecido homenaje. Su dedicación gratuita por amor a la cultura y a su pueblo son un testimonio digno de destacar. Por personas como él y otros muchos comprometidos con la música vale la pena reivindicar una formación orquestal permanente en Menorca.