Existe un número considerable de menores de edad que padecen de forma dramática los efectos de esta crisis interminable. La pobreza silenciosa se ha instalado en algunos hogares de nuestra Isla. En muchos casos permanece oculta, porque los adultos intentan evitar lo que consideran un desprestigio social. Pero se percibe en las escuelas infantiles, en centros escolares y en los estudios como la encuesta sobre condiciones de vida. Según estos datos, casi 300 niños de Menorca sufren privaciones alimenticias. El PSOE ha denunciado que a pesar de que la recesión sigue estrangulando a quienes menos recursos tienen, el presupuesto de becas para comedor se ha reducido más de un 40 por ciento en tres años y que se convocan muy tarde. Si es así, es importante que las administraciones, de las que dependen los servicios públicos básicos, sean sensibles a esta problemática y se comprometan a actuar aunque su respuesta no sea consecuencia de una presión de colectivos concretos. El estudio sobre las consecuencias de la crisis sobre la población infantil es urgente para que se pueda poner sobre la mesa una problemática que requiere que se adopten decisiones.
Editorial
La obligación pública en la protección social