No puedo ocultar la satisfacción que tuve el otro día cuando un joven menorquín vino a verme para explicarme su idea de montar una empresa TIC con un claro objetivo de fijar su mercado a nivel nacional e internacional.
Sus ojos y palabras demostraban la pasión que sentía por su proyecto y por el que, sin ninguna duda, creía firmemente.
Después de hacerle algunas preguntas a nivel técnico ya pude ver que tenía los conocimientos adecuados para llevar a cabo su aventura. Es suficiente con hacer pocas preguntas para ver fácilmente si en verdad existe una base sólida de conocimientos o, por el contrario, se trata de una idea, a veces buena, pero que claramente no serán capaces de terminar.
Pero en medio de la euforia que tanto transmitía y que había conseguido contagiarme, de repente soltó una frase que me derrumbó por completo: «Voy a ir a la administración a explicar la idea y buscar algún tipo de subvención, además de aprovechar la tarifa plana de 50 € del coste de autónomo».
Después de respirar hondo, levantarme en busca de un café para poder ganar tiempo para encontrar las mejores palabras para poder explicar lo que sentía, le respondí:
«No sabes lo que me has alegrado hoy el día. Me has demostrado que, igual que otros chicos como tú que también han venido a verme, existen jóvenes en nuestra Isla con suficientes conocimientos, ganas y fuerza para emprender con nuevos proyectos relacionados con la tecnología. Con ideas frescas y novedosas que tienen todos los números para poderse consolidar como proyectos que puedan mantenerse en el tiempo, que probablemente no crearán una multinacional ni tendrán un éxito mundial, pero que servirán para poder vivir de lo que te apasiona y, ojalá, sirva también para ofrecer nuevos puestos de trabajo a otros jóvenes que compartan tu ilusión y pasión por el mundo TIC.
Pero acepta mi humilde consejo. Nunca, y repito, nunca bases tu modelo de negocio en lo que pueda ofrecerte la administración.
TIENES QUE SER CAPAZ TÚ MISMO de sacar adelante tu proyecto sin ayuda de nadie más, excepto en el caso de que necesites financiación en cuya situación te deseo mucha suerte. Evalúa tus gastos y haz una previsión de tus posibles ingresos a x años vista y, a partir de aquí, analiza fríamente si lo ves viable. Y puedo asegurarte, que con lo que hoy me has transmitido y con mucho esfuerzo, la viabilidad está asegurada. Pero si lo que buscas son ayudas con las que basas la sostenibilidad de tu negocio, te puedo asegurar que tienes fecha de caducidad.
Y no digo que no tengas que aprovechar las oportunidades que se te puedan ofrecer, como es el caso de la tarifa plana de autónomo si finalmente llega a ser una realidad, pero haz siempre una previsión en el peor de los casos. Porque cualquier ventaja que pueda venir de nuestro Govern Balear o Gobierno central, podrá terminarse de un día para otro. Sin previo aviso. Sin haber cumplido siquiera el plazo y las condiciones que prometieron inicialmente y que tú y ellos firmasteis. Sin explicaciones. Y te lo digo por experiencia propia.
Pero, sobre todo y para mí mucho más grave, es que dejas de ser el dueño absoluto de tu idea porque ya, inconscientemente, condicionarás la evolución del mismo a las condiciones establecidas por el que te haya donado el dinero y, en cierto modo, estarás prostituyendo tu empresa y tus ideas.
Recuerda solo una cosa: centra todo tu tiempo y esfuerzo en lanzar tu idea y déjate de buscar dinero fácil. No existe. Y puedo asegurarte que nada, ni siquiera el dinero, te podrá dar la satisfacción de ver hecho realidad tu sueño y que cientos o miles de personas lo puedan a llegar a utilizar».
Nos despedimos con un fuerte abrazo y deseando, por mi parte, que, al menos aquel día, no durmiera replanteándose su modelo de negocio.