Las conclusiones del último informe PISA sitúan a los alumnos de Balears entre los que peores resultados obtienen en comprensión lectora y competencia científica. Son los cuartos, por la cola, en matemáticas y los terceros con peor resultado en lectura y ciencias. Un panorama preocupante e inaceptable, porque el nivel de enseñanza en las Islas se encuentra por debajo de la media estatal, alejada del conjunto de países de la OCDE.
Estos malos resultados confirman que la educación constituye un problema de primer orden en Balears. Es preciso encender todas las alarmas y al mismo tiempo, aportar soluciones, porque el sistema educativo de las Islas no funciona. Pero este problema no es nuevo, porque estos índices negativos se repiten desde hace años.
Las consecuencias de ese informe, fruto de una evaluación a alumnos de 15 años, obligan a redactar un plan urgente que dé respuestas: la formación constituye una prioridad. La competencia de nuestros escolares no puede quedar hundida, para sonrojo de toda la comunidad educativa: padres, profesores y los propios alumnos, en el tramo final de las autonomías. Nos estamos jugando el futuro de las próximas generaciones.