Admiro a las personas que se emocionan con las matemáticas y que son capaces de explicar con números el funcionamiento de las cosas. Dicen que todo puede reducirse a cifras. Otra cosa es que la combinación de números sea comprensible para el pueblo llano. Incluso que una misma cifra sea vista igual si se mira con el ojo izquierdo o con el derecho.
Todo ello viene a cuento por un tema tan árido como importante: la financiación de los consells y el acuerdo que han ratificado todos los presidentes la semana que se cierra. Basta decir que el PP asegura que ganamos 3,7 millones y el PSOE que perdemos 2,5.
La «tesis» que propongo es que los tres mosqueteros (Mallorca, Menorca y Eivissa) eran cuatro (con Formentera) y debían ser dos (Menorca y Eivissa).
No tengo dudas de que nuestro D'Artagnan (Tadeo) ha luchado con firmeza ante Richelieu (Bauzá), mientras sus compañeros Atos (Salom) y Portos (Serra) mantenían sus espadas envainadas esperando juntos la recompensa del cardenal. Aramis descansaba en Formentera.
Menorca ha perdido peso, lo que no significa que su presidente no haya evitado una pérdida mayor por la presión de los otros consells.
Sin embargo, se trata solo de una batalla, no es la guerra, que debería declararse si realmente se quiere reformar la administración pública y dejar de destinar a una estructura inventada e innecesaria el dinero que hace falta para atender necesidades vitales. El Consell de Formentera se creó por interés electoral. No tiene sentido. Tampoco lo tiene el Consell de Mallorca, isla que ya cuenta con el Govern con presencia real sobre el territorio. Este Consell cerró su televisión que costaba 10 millones al año cuando debía haberse cerrado a si mismo. Menorca y Eivissa son la administración autonómica en cada isla y tienen sentido. Incluso lo dicen las encuestas. Estos números sí los entiendo.