En las Navidades de mi adolescencia visitábamos cada año a los Parés, nuestros vecinos y amigos catalanes de la Explanada. El padre, Jaume, era viajante de bisutería de nuestra empresa y a mí me unía una fuerte amistad con su hijo Miguel (muchos ratos de mi niñez los pasé jugando en el patio de su casa). En aquellas entrañables visitas escuchábamos a menudo discos de Joan Capri, quien fuera famoso cómico catalán. Sus monólogos, historietas y chistes siempre nos hacían pasar un buen rato.
Hay regiones, comarcas, naciones, lugares, autonomías, territorios, nacionalidades, pueblos, etc. que tienen una especial facilidad para producir comediantes y contadores de historias fabulosas y divertidas. La región catalana ha producido grandes cómicos destacando entre ellos a la simpática Mary Santpere, al gran Cassen, a Charlie Rivel, al Tricicle, y por supuesto a Eugenio quien, con su carácter tranquilo y con su inseparable cigarrillo que le llevó a la tumba prematuramente, comenzaba siempre sus acudidos con una pregunta que le hizo famoso «¿Saben aquell que diu…?»
Sí, la inclinación a la comicidad siempre ha estado bien presente en los escenarios de la querida tierra catalana pero quizás nunca como hasta ahora había habido tantos clowns amollats. Y es que ahora aquella vena humorística, aunque decaída en su originalidad, se ha trasladado a la política convirtiendo a Cataluña en un enorme escenario propio de las revistas y sainetes de El Molino.
Todos sabemos que nunca se producirá la ilegal y anticonstitucional consulta para la independencia porque simplemente la autoridad competente no la autorizará. Pero, mientras, los nuevos cómicos de la región se divierten confundiendo al personal con preguntas bicéfalas y alambicadas que pueden dar pié a toda clase de conclusiones según quien las guise. Son los que no tienen arrestos suficientes para hacer preguntas claras (¿Quiere Ud. que Cataluña sea un país independiente?). En su lugar pretenden preguntar si se quiere un Estado (¿quizás de excepción?) o si quieren depender o independer.
Como aquel «cada 9 de noviembre, como siempre sin tarjeta», quieren regalar en esa fecha de 2014 un ramito de violetas con la confusión como regalo envenenado. Quedar aislados fuera de Europa y de la OTAN, pagando aranceles en sus fronteras, sin financiación, con sus bancos quebrados, con una deuda monumental, con unos zumbados como gobernantes, colapsados los servicios sociales, etc. No es lo más deseable para mi querida Catalunya. El escenario de este nuevo Molino catalán es un mal sainete que desmerece de la consolidada, por merecida, tradición humorística catalana. ¿Saben aquell que diu… que n' hi havia un que volia cometre una il.legalitat i aixínes i tot seguir menjant llagosta a Fornells? ¿No el saben?
Notas:
1- Del blog de Arcadi Espada («1714, el año de la peste»): «Y vino el alud de Barcelona, los doscientos catalanes, la primera esencia de la Legión, que bajaron arrasándolo todo y sembrando el pánico en el camino. Era la espuma, la flor y nata de los aventureros. Era el agua pura que brotaba del manantial legionario. ¡Bienvenidos catalanes legionarios, vosotros seréis la base sobre la que se construirá la Legión!" (José Millán-Astray, «La Legión», 1923).2- Serio enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Mahón y la Fundación Isla del Rey.
3- Indignación en Sant Climent: los aparcamientos de la calle principal inutilizados 3 días para instalar las luces navideñas en media mañana.
4- Homenaje en Akelarre (viernes 20) a uno de los más brillantes guitarristas habidos en la escena del rock británico: Rory Gallagher. Fallecido prematuramente, tuve la suerte de poderlo admirar a finales de los sesenta cuando estaba con Taste, su grupo original, en aquel emblemático Marquee Club del Soho londinense. Un deber asistir para quienes les gusta el rock.