La frase resonó y calificó en dos palabras a quienes habían acudido al almuerzo en el bar S'Orfeó: «estos son del Antiguo Testamento». A la sede socialista del Cós de Gràcia habían llegado informaciones preocupantes sobre «una reunión que convoca Arturo Bagur». Después averiguaron que el exalcalde se había reunido a manteles con el exdiputado y exconseller Albert Moragues, el también exalcalde y exconseller Ramon Orfila, la exconsellera Tuni Allès y el exdiputado Ernest Ribalaiga. Todos ellos, fuera del primer plano de la escena política, lo que no significa que sigan haciendo mucha política, como confirma la frenética actividad de Orfila en las redes sociales. Recordaron con cariño a Tirso Pons, y repitieron varias veces el «ai, si no fos...» antes de entonar «lo que pudo haber sido y no fue». Protagonizaron momentos clave de la política menorquina, con importantes responsabilidades de gobierno. Les encantaría volver, pero hoy quienes deciden son los que forman el «Nuevo Testamento». Siempre les quedará una buena amistad y la gastronomía, pero no quieren jubilarse.
Acertar en la crítica
Desde la otra orilla, Vicenç Tur dedicaba sus esfuerzos a descalificar el monumento conmemorativo de la masacre del Atlante. Una crítica que peca de desmesura y le falta enfoque, cuando la escultura ya está lista y a punto de ser instalada. Habría sido mucho más razonable e inteligente pactar una solución de consenso con el equipo de gobierno para conseguir, por ejemplo, que la inscripción evoque tanto a los prisioneros del Atlante que fueron fusilados por su condición de sacerdotes o porque eran de derechas, como también a los exiliados del Devonshire, las víctimas y los represaliados después de la guerra civil. En este caso, la actitud de Tur habría sido demostrativa de su capacidad de gestión y un talante de entendimiento con el adversario. Esto es precisamente lo que desea cualquier elector menorquín para su futuro alcalde o para el futuro presidente del Consell, porque aún seguimos deshojando la margarita. Las rabietas pueden servir para los partidos minoritarios, pero no al PSOE, que debe demostrar con hechos y propuestas atinadas su vocación de gobierno. Lo mismo puede aplicarse a las declaraciones del secretario general del PSOE insular sobre la actuación de la alcaldesa al tramitar y ejecutar el derribo de una habitación en -su vivienda. Tanto este tema como el 'caso Cesgarden' no aportarán ni un solo voto al PSOE (análisis del 'Antiguo Testamento').
López vs. Solchaga
El exministro socialista de Economía, Carlos Solchaga, proclamó, en el Colegio de Periodistas de Cataluña, que con el actual marco legal, «no es posible una separación que no sea traumática, y políticamente la sociedad catalana tampoco encontrará un responsable político de un partido con ambición de gobernar que se sitúe al frente de la modificación de la Constitución en este sentido». Dicho con otras palabras, Solchaga reconoció el derecho de Cataluña a la independencia, pero recordó a los catalanes que no cuentan con el PSOE ni con el PP a corto plazo. El exministro desgranó el discurso de las siete plagas bíblicas: salida del euro, expulsión de la UE, efecto frontera... «estas consecuencias negativas no han sido suficientemente explicadas porque están ocultas por una nebulosa de intereses políticos». Encontró la réplica en Guillem López Casasnovas molesto porque el debate tenía que ser económico y no netamente político. Según Nació Digital.cat, «el consejero catalán del Banco de España desmintió conceptos que son de primero de carrera». Entre las causas del desafecto catalán apuntó «el Aeropuerto de Barcelona, marginado por AENA, y el corredor mediterráneo, tantos años abandonado intencionadamente por Madrid». En primera fila, el exministro Celestino Corbacho dirigió una durísima mirada, con el ceño fruncido. al economista menorquín.
La paella de Marta
La 'jornada de objetivos' que los consellers del equipo de gobierno del Consell celebraron el sábado concluyó, después del repaso a cada una de los departamentos, en un ambiente informal y distendido. Los integrantes del 'gobierno Tadeo' decidieron cenar juntos... de paella, pero no fue el presidente quien asumió su elaboración, como era previsible dada su experiencia en esta especialidad culinaria, sino Marta Vidal. La flamante consellera de Ordenación del Territorio sorprendió a todos por su estilo, nivel y habilidad. Todos los consellers participaron y cubrieron algún flanco. Así, Luis Alejandre y Santiago Tadeo aportaron unas botellas de vino; Pilar Pons Faner se encargó del postre, para lo que se esmeró con un sabroso tiramisú; Juanjo Pons preparó los gin tónics; Maruja Baíllo entregó unos obsequio-sopresa; Aurora Herráiz, los aperitivos; y Fernando Villalonga, la intendencia, el material y la organización. Mañana, en la 'reunión de maitines de los lunes' se preguntarán de dónde salen tantas filtraciones.
Antoni Aguiló
Pianista y director musical, vinculado a Ciutadella
Su vocación fue siempre la música. Amable y atento, Antoni Aguiló expresaba sus ideas y sentimientos a través de la interpretación musical. Experto pianista y con acreditada experiencia en la dirección orquestal, descubrió los secretos del pentagrama a los diez años, de la mano del presbítero Josep Sintes, director dela Capella Davídica de la Catedral. Siempre vinculado a su Ciutadella natal, con la excepción de un periodo de tres años en Venezuela, colaboró con las iniciativas solidarias en las que era reclamado. Director de la Banda Municipal de Música, redescubrió los tonos y matices de la zarzuela Foc i Fum, que dirigió en numerosas ocasiones. El barítono Joan Pons ensayó sus primeras óperas en la vivienda del pianista sencillo y austero, que nos ha dejado a los 82 años. Impulsor de los Amics de la Lírica, colaborador de Joventuts Musicals y los Antiguos Alumnos Salesianos, mestre Antoni Aguiló deja el recuerdo de una extraordinaria persona y un gran pianista.
Águeda Reynés
El fallido penalti que intentó frenar su llegada a la alcaldía
Al concurrir a unas elecciones, y más si encabeza una candidatura, el ciudadano anónimo pierde su privacidad y se sitúa en el punto de mira de la crítica de la oposición y de los medios de comunicación. Si Agueda Reynés, una diligente y discreta funcionaria de la Agencia Tributaria, no se hubiera presentado a las elecciones municipales y protagonizado el tsunami que acabó con 28 años de gobierno socialista en el Ayuntamiento de Maó, nunca habría trascendido si había añadido una habitación de 12 metros cuadrados a su vivienda. El expediente, incoado cinco años antes, se filtró un mes antes de las elecciones con el objetivo de dañar la imagen de Reynés y frenar su imparable ascenso a la alcaldía. Pero fue inútil, porque aquel partido acabó 13 PP-8 PSOE, con PSMy EM-EU fuera del terreno de juego. Quien lanzó el penalti, erró el tiro. La alcaldesa ha actuado con diligencia y ejemplaridad.
PREGUNTAS DE LA SEMANA
¿Dónde se celebró la 'jornada de objetivos' que el pasado sábado reunió a los consellers del equipo de gobierno de Tadeo?
¿Qué día viene Francina Armengol a Menorca para presentar su candidatura en las primarias?
¿Coincidirá esta visita con la de Aina Calvo y Joan Mesquida?
¿Cuándo dará a conocer Arias Cañete los informes del Ministerio de Medio Ambiente sobre las prospecciones y sondeos?
¿Qué acordaron los miembros de la Junta de Caixers de este bienio en la cena en Es Molí des Comte?