Estamos inmersos en las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, que le dan a Menorca un aire festivo y estival (festival) bastante erótico: por lo caluroso del ambiente, por la avalancha de visitantes y por el nivel del alcoholímetro. Hombres y caballos, nobles y brutos: un sentimiento profundo y bello que se transmite y retransmite de manera viral desde incontables teléfonos móviles. Mucho selfie para compartir y sentirnos protagonistas momentáneos con solo pulsar un botón. Antes éramos egocéntricos por naturaleza y ahora también por tecnología. Los vídeos que circulan por la red son una promoción fabulosa de la Isla. De todas formas, aún estamos poco preparados para el mundo global que nos ha tocado vivir. Ya podemos revolucionar la educación y abrir las mentes, si no queremos quedarnos completamente obsoletos y obsoletas.
Estar preparado para un futuro tan cambiante requiere flexibilidad, creatividad, iniciativa... sentido y sensibilidad. Quería hablarles sobre Europa, pero... ¡Qué bonitos son los cerros de Úbeda!
Hay chistes desgraciados porque no tienen ninguna gracia. La gracia es esa cosa etérea y voluble cual mariposa, que va de flor en flor (o de boca en boca) esparciendo por doquier el dulce polen de la risa. Ojalá podamos reir juntos este verano. Saben aquel de un catalán, un vasco y un andaluz... que van y quieren ganar dos veces seguidas el Mundial de fútbol...
Hasta los futbolistas necesitan vacaciones.