Van a coincidir dos acontecimientos este 18 de septiembre: el referéndum sobre la independencia de Escocia; y la salida a bolsa de Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico. Su valor podría llegar, según los expertos, a los 200.000 millones de dólares, cifra que nos suena a chino, porque aquí somos cada vez más pobres. Pero Europa es solo una parte del planeta y no el centro del universo. Los chinos han creado Alibaba y nosotros los cuarenta ladrones.
Europa vive procesos de debilitamiento, mientras el mundo sigue su curso y no se detiene ante nada. Mientras nos miramos el ombligo, otros sueñan con derribar fronteras económicas, para vendernos de todo a través de las tecnologías más sofisticadas. No somos muy competitivos.
Coincidiendo con el inicio de curso, vemos que hay tanto que aprender... Aprender, ¿qué? Porque aprendemos continuamente, desde que nacemos, casi sin darnos cuenta. Aprender es nuestra forma de vivir y de ser. Luego resulta que también aprendemos cosas malas, que hubiese sido preferible no haber aprendido. Escoger cuidadosamente lo que necesitamos o queremos aprender, es lo más importante. ¿Cómo se decide eso? ¿Quién lo decide? Son las dos preguntas fundamentales...
Encerrarnos en el caparazón porque nos asusta lo que vemos, o lanzarnos a la aventura de descubrir realidades ignotas, con sus peligros y sus grandes oportunidades... Tal vez haya llegado la hora de quemar las naves.