Un reciente estudio del Consell sitúa a una edad cada vez más temprana, especialmente en las chicas, el inicio de las relaciones sexuales de los jóvenes menorquines, en concreto los 15 años. Un dato acorde con la tendencia en el resto de comunidades españolas que determina que en poco más de una generación la media haya descendido cuatro años, de los 19 a los 16, según otro informe, éste de la Sociedad Española de Contracepción hecho público en 2014. La pregunta sobre el inicio de los jóvenes en el sexo es muy importante porque de acuerdo con la respuesta se tienen que diseñar las políticas públicas de orientación y salud, y también porque al mismo tiempo pone en alerta a padres y educadores para poder también hablar, aconsejar, estar vigilantes del comportamiento de los adolescentes.
Siempre hay que tomar con cuidado las estadísticas y los matices que albergan; podría parecer que todos los jóvenes al cumplir los 15 años están manteniendo ya relaciones completas, cuando en realidad no es la totalidad de esa población la que lo manifiesta así en la encuesta.
Con todo eso, llama mucho más la atención, por el riesgo que entraña, el dato de que un 60 por ciento de los adolescentes preguntados no sabe lo que es ser seropositivo. El sida hizo que cundiera el pánico allá por los 80 cuando surgió como enfermedad de transmisión sexual, también a través de transfusiones de sangre o para los drogadictos, al compartir jeringuillas. Era sinónimo de muerte y de estigma social. El avance en los tratamientos de la enfermedad y ese pensamiento de que la infección por VIH es algo que 'les pasa a otros' pueden estar detrás de ese exceso de confianza detectado en nuestros jóvenes. Lo que demuestra que siguen siendo muy necesarias campañas de concienciación para prevenir el contagio de esta y otras dolencias.