A los postres, las dos se encontraron a la puerta de los lavabos del restaurante. Antes se habían saludado, pero desde los extremos de una larga mesa.
- ¡ Oye, qué barullo ! A los políticos les va la marcha. Venga, pasa y charlamos mientras me arreglo un poco.
- He oído que el tuyo se presenta otra vez.
- Sí, hija, otra vez. Cuando lo prueban, se encoñan.
- En el Colegio no hubieras empleado esa palabra, allí todo era pecado.
-Mis niñas pasan de religión, ¿las tuyas han hecho la primera comunión?
- Sí. Tú vives en Palma, aquí es distinto. Noto que ya no usas Chanel …
- Llevo tres años sin usarla y él todavía no se ha dado cuenta…
- ¿ Pero vais bien, lo vuestro funciona?
-Ya sabes, polvete los sábados, y fútbol casi cada día, dichoso Canal+.
- Más o menos como yo, añadiendo otro polvete cuando gana el Barça. Mahón es un pueblo con grandes pretensiones culturales... Este pasado verano, por poco nos asfixiamos por inflación artística…
- Pero tú leías mucho, y esto debe de salvarte. Las burguesas españolas (ricas pero sin biblioteca) son todas unas madame Bovary, sin saber quién era ella. Yo ya leo poco, las últimas novelas me parecen todas iguales : avatares autobiográficos. Quizá algún ensayo.
- Oye, una cosa más y nos vamos. ¿A ti te llaman todavía tía buena?
- Alguno que anda en ayunas…
- A mi, a veces me gratifica…