Sin llegar a concluir los estudios de Peritaje Industrial en Barcelona, en 1949 se estableció por su cuenta para desarrollar la técnica del chapado que había descubierto cuando experimentaba con los baños galvánicos. Francisco Vidal Venturini (Maó, 1925-2003) tuvo la intuición, el acierto y la innovación empresarial de desarrollar las extraordinarias posibilidades del laminado y el chapado para la industria bisutera.
Emprendedor, con iniciativa y gran capacidad de trabajo, creó su propia marca, Chapado Vid, En 1960 incorporó a su sociedad a Pedro Montañés Villalonga, otro capitán de la industria menorquina. En 1966 intervino activamente -como secretario de la asociación de POIMA, presidida por Vicente Adrián Mancas- en las gestiones para transformar en realidad uno de los grandes proyectos dinamizadores de Maó que lanzó el gran alcalde Gabriel Seguí Mercadal: la creación de una zona industrial, llamada a acoger las principales empresas mahonesas. La fábrica de Vidal Venturini, ubicada en la calle Josep Maria Quadrado, fue la primera en instalarse en POIMA, antes incluso de la inauguración de esta área industrial.
También colaboró con otro buen alcalde de Maó, Rafael Timoner Sintes, en la gestación y puesta en marcha de SEBIME, la Semana de la Bisutería Menorquina celebrada por primera vez en 1973, hoy feria internacional. En el marco de la feria Innovem, esta tarde se rendirá homenaje y será recordada la figura, la trayectoria y la aportación de Francisco Vidal Venturini a la economía de nuestra Isla.
El premio Innovem 2015 se añade, con justicia, a los galardones entregados anteriormente a Cristóbal Pons, Pedro Montañés, Carlos Ruiz Ponsetí, Joan Taltavull y Jaime Mascaró. El ejemplo de estos emprendedores debe constituir un estímulo para las actuales generaciones.