MARTES, 5
Llegan de París las maletas perdidas con el queso más fondant que nunca. Poco después descubro a Sergio Ramos jugando de medio-estorbo. Risas.
MIÉRCOLES, 6
Por la noche llega Leo Messi para escayolar la cintura de un rival. Sin embargo en Madrid siguen convencidos de que su Cristiano es el mejor del mundo y tienen razón. El asunto es que Messi no es de este mundo.
JUEVES, 7
En mi revista de prensa de la radio de Diana cito un artículo que podría ayudar a digerir la campaña electoral que hoy empieza. Es del Nobel de Economía Paul Kruggman («Ideología e integridad», «El País»), quien escribe: «Miren, da igual que el candidato sea alguien con quien nos gustaría tomarnos una copa. Y tampoco debería importarnos la vida sexual de los políticos, ni en qué se gastan el dinero, a menos que haya ahí un caso de corrupción evidente. No, lo que de verdad deberíamos buscar, en un mundo que no deja de darnos sorpresas desagradables, es la integridad intelectual: que alguien esté dispuesto a afrontar los hechos, aunque no concuerden con sus ideas preconcebidas, y que esté dispuesto a reconocer los errores y cambiar de rumbo»… «No ser nunca capaz de decir que uno se ha equivocado es un grave problema de personalidad, aunque las consecuencias de negarse a reconocer los errores solo las sufran unos cuantos. Pero la cobardía moral debería descalificar directamente a cualquiera que se presente a un alto cargo».
«Integridad intelectual»: ¿Existe aún este concepto? ¿Les suena a los actuales comentaristas de trincheras? ¿La conocen los fieles votantes de los respectivos partidos que pese a las evidencias en contra siguen votando a los suyos?
VIERNES, 8
En la consulta, una antigua amiga se muestra desconcertada ante los usos y costumbres de la generación de nuestros hijos y nietos. Me cuenta una conversación deliciosa, cogida al vuelo:
- Me voy de viaje con mis padres.
- Ah, ¿tus padres están juntos?
Sin nada que añadir le pregunto si puede leer las últimas letras, ¿mejor así o asá?…
Por la tarde, proclamación de los premios de narrativa y poesía de Editorial Menorca tras escuchar una bella y literaria pieza oratoria a cargo de Jaume Gomila, director de la Biblioteca Pública. Gratísimo reencuentro con mi viejo amigo Sebastià Rotger, cuyo hijo Damià gana el segundo premio en poesía y con quien rememoramos antiguas aventuras periodísticas y editoriales (en la suya publiqué a plena satisfacción dos novelas y tres libros de artículos y ensayos). Quedamos en vernos un día salmonete arriba salmonete abajo, aunque sé que a los isleños occidentales les cuesta venir a pasear por la madre de todos los puertos. Ellos se lo pierden.
SÁBADO, 9
Una noticia buena y otra mala para el partido actualmente mayoritario en España, provenientes de Gran Bretaña: la buena es la victoria aclaparadora de su correligionario David Cameron que refrenda aquello tan clintoniano de «es la economía, estúpidos». La mala es la demostración de fuerza del nacionalismo escocés por los inevitables paralelismos que suscita, «¡es la democracia, estúpidos!».
Paseo sabatino por la ciudad, obviando mi calle natal, infestada, me dicen, de mesas petitorias de los diferentes partidos. Y es que al no votar en este municipio prefiero irme a tomar unos buñuelos de bacalao en Sa Pescateria…
DOMINGO, 10
Plácido despertar para el culé, ideal para revisar la prensa deportiva de la capital de las Españas y solazarse con la eclosión de la primavera. Inés juega con los patos en Es Canutells mientras vigilamos desde la terraza. Todos sonreímos sin alardes porque sabemos que la piel del oso aún no está vendida aunque, para seguir con los refranes, nadie nos quitará lo bailado anoche.
MARTES, 12
Qué fútil se ve todo cuando las fuerzas de la naturaleza se desencadenan. ¿Vale la pena hablar del contador de billetes de Valencia, de la estupidez generacional proferida por Albert Rivera, de la playa con chiringuitos ofrecida en el centro de Jerez, de la perenne desfachatez de Esperanza Aguirre… cuando vuelve a resquebrajarse la tierra en Nepal? Rompo mis notas del día.
JUEVES, 14
Viento refrescante sobre la Isla y ráfagas justicieras en la prensa deportiva de Madrid tras la semana terribilis merengue. No habrá final española y es mejor así: no sé si hubiéramos sobrevivido a la sobredosis de Procés més que un club versus España cañí después de la más que ramplona campaña electoral. La naturaleza es sabia.