Se acabaron las mayorías absolutas y el bipartidismo. La aparición de opciones nuevas ha animado la cosa y el voto de castigo para unos, ha resultado de premio para otros. Habrá más pluralismo, lo que requiere diálogo y concesiones para llegar a acuerdos. Será interesante ver en qué consisten los pactos y si son de progrés o algo diferente a lo que ya vivimos en el pasado. El partido más votado pierde porque no tiene socios. Está solo ante el peligro. Deseémosles lo mejor a los que van a gobernar durante los próximos cuatro años. Pronto sabremos si las cosas mejoran. Son unas circunstancias sumamente complicadas que requerirán unir esfuerzos y restañar heridas. Si miramos la tendencia general a nuestro alrededor o mundo, la tensión puede aumentar debido a un cúmulo de circunstancias: la política de Rusia, la amenaza del Estado Islámico, la fragmentación de Europa, la xenofobia y las desigualdades, el paro endémico…
En el lado positivo podríamos citar muchas cosas, pero las dejo a la imaginación de los lectores. He estado leyendo un libro titulado «Breve Historia de Occidente» de Coffin y Stacey, que me ha tenido enganchado hasta el final. Bueno, lo del final es un decir, porque la historia continúa. Cuando la resumes, llegas a la inquietante conclusión de que las consecuencias de determinados hechos y coyunturas históricas, no se perciben hasta mucho tiempo después, cuando ya son irremediables. Como en los tsunamis.