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Cafè, croissant i...

Artículo solo para los que ven tele

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Además del poco prestigio que le quedaba a la Monarquía, el inicio del juicio del caso Nóos se ha cargado ya un mito popular. La abogada del Estado reconoció en el arranque del proceso que lo de Hacienda somos todos es solo un eslogan. Ya nos olíamos los que estamos hartos de tanto frontar que somos los que en verdad luchamos todos contra el fuego, al contrario de algunos, que bien saben que un diamante es para siempre y con su socarrona sonrisa Profidén compran el turrón más caro del mundo sin pagar impuestos. Pero a esto se añade que la letrada del Estado presupone que los eslogan no son como el algodón, sino que engañan. Del Caserío sí, pero de un anuncio no me fío.

Ya sonaba raro que nueve de cada diez dentistas se pusieran de acuerdo para algo que no fuera criticar al otro dentista. O que quatre illes fueran un pais sin cap frontera, cuando clavan 80 euracos para un salto de 20 minutos. Pero hay excepciones. Las imprudencias sí se pagan. Que se lo digan a doña Cristina, que en La Zarzuela ya no le piden que vuelva a casa por Navidad. Se creía que con su estrella no dejaba ni huella, pero a nadie escapó que a los donettes de Urdangarin les salían amigos por todos lados cargados de dinero público. Póntelo, pónselo, y le puso un pisazo en Pedralbes, donde comer con Isabel y sus bombones de papel dorado.

El tribunal tiene dos escrituras a elegir, bic naranja escribe que se dé el piro y bic normal, la hay que juzgar. Aunque impossible is nothing, decidan lo que decidan alguna parte va a argumentar que no han sido la república independiente de su casa judicial. Lo único sentenciado ya es que existe un sistema oligárquico en el que se tolera y admite que Hacienda no somos todos. Incluso el Estado se sincera, y dinamita un axioma popular con rango de ley moral solo para salvar, fina y segura, a esta oligarca. Es así. Si no le gusta, busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo. Algunos, como no hay Casera, se quieren ir. Y luego nos extraña.

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