JUEVES, 28
Cuando alguien muy próximo y querido se va es como si te amputaran una parte de ti mismo. Sin ceremonias ni por supuesto alardes emotivos, con dolorida naturalidad, despedimos en Palma a Manuela, profesora de Literatura Castellana como reza la escueta esquela. Siempre la recordaré de niña jugando y nadando en el puerto cerca de nuestro magatzem familiar, de vinos en nuestra época universitaria en Zaragoza, en nuestras últimas expediciones de lletraferits a las librerías de Palma, y en nuestra también reciente excursión a Cabrera donde el paisaje pareció transportarnos a la Menorca de nuestra infancia. Bella, cultivada, vitalista y siempre disponible para sus amigos, Manoli nos deja huérfanos de su soberbio magisterio humano. Y cabreados, muy cabreados con la Parca.
VIERNES, 29
Recojo en mi batiburrillo de los viernes las interesantes declaraciones de Leon Wieselter, «humanista jefe» de la Brookings Institution, el principal laboratorio de ideas de Washington. Ahí van algunas de sus perlas:
«Vivimos en una edad dorada para el imperialismo científico y económico. En la sociedad americana, por ejemplo, las máximas autoridades en materia de felicidad son los economistas, lo cual es grotesco».
«El prestigio de las humanidades en la sociedad americana nunca ha sido más bajo. La sociedad americana todavía se ha vuelto más utilitaria de lo que ya era. El pragmatismo es el culto de la, de la utilidad, de los resultados».
«En EEUU los teatros son importantes porque revitalizan barrios, ya no es legítimo defender las humanidades por su propio valor sino por sus resultados, cuando la idea de las humanidades tiene que ver con el cultivo de la personalidad y la educación del individuo: la idea de que un individuo expuesto a las humanidades será un mejor amigo, un mejor padre, un mejor marido o mujer, este es el beneficio».
«Internet ha elevado la tecnología a una centralidad en las vidas individuales como nunca y constituye el mayor asalto a la atención humana jamás diseñado, es una guerra contra la atención, contra el tiempo».
«Hay que resistir. El acto más revolucionario que uno puede hacer, fuera de la política, es ralentizar. Hay una cosa con la que Internet nunca acabará, es la realidad física. El cuerpo, el árbol allí fuera, el edificio de enfrente, el cuerpo de tu novia…»
DOMINGO, 1
Hace un año me topaba en París con la manifestación del Frente Nacional lepenista con motivo del primero de mayo. Extrema derecha y obrerismo, extraña amalgama en la Rue Rivoli. Ahora parece que surge en Francia un movimiento antisistema inspirado en Podemos que ya es sistema aunque no quiere acabar de serlo, casta un tanto descastada. En fin.
Pero hoy es el domingo de Inés que celebra su cumpleaños en casa de los avis. Más de treinta niños correteando y sorteando los chubascos, magos y boti-boti .Estupor del abuelo calvo que jamás celebró su cumpleaños porque el día anterior habían llegado los Reyes Magos y, claro, per el que és un xixarbeu, n'hi ha ben prou…, a lo sumo unos calcetines sin suturas. O tempora!, O mores!, o sin latinajos, el adolescente de la vejez que hoy día no esté perplejo que levante la mano, o lo que viene a ser lo mismo, bon ball tenim.
LUNES, 2
Ante el papel parcialmente en blanco para completar el artículo semanal. ¿Qué mas decir?, ¿importaría que lo dijese?... Las premisas que siempre me han movido a escribir (tener algo que decir, decirlo bien y a ser posible con una sonrisa compartible), me evocan papel mojado. Y es que me desorienta convivir con esas legiones de congéneres tecleadores / fotógrafos universales compulsivos; ver la cultura definitivamente convertida en entretenimiento/ espectáculo, los cocineros en intelectuales, la tecnología en teología, la vida privada exhibida en el circo global de las redes sociales, la reflexión degenerada en tuit ; me hastía el estado actual de la política, engullida por el lenguaje y praxis economicista, no les perdono a los partidos españoles que ninguno tuviera el gesto heroico de abstenerse y facilitar un gobierno; no tengo ganas de escuchar más eslóganes ni sé a quién votar, el sobre vacío ondea en mi horizonte; Europa, un viejo e irrenunciable ideal, me avergüenza en el asunto de los refugiados, y puede entrar en barrena si el Brexit y el Tratado de Libre Comercio (TTIP) se consuman. Y, ¡horror de los horrores!, puede que al despertar el 27-J, el gobernante pasmado siga allí…
¿No son suficientes motivos para adelantar el cierre veraniego de este dietario y sustituirlo por la colaboración esporádica cuando realmente tenga algo que decir, sepa decirlo bien y tenga ganas de juerga? Veremos.
MIÉRCOLES, 4
El presidente/pasmarote me deja definitivamente estupefacto al manifestar en la radio que no le gustan los debates porque hay que preparárselos y eso da mucho trabajo. ¿Hace falta añadir algo más?