La retransmisión televisiva de la misa, que se emite los domingos en el espacio «El día del Señor», en La 2 de TVE, ha vuelto a pulverizar los audímetros por segunda semana consecutiva. Fue el programa con más cuota de pantalla del domingo al obtener un 18,2 por ciento del share y una media de 954.000 espectadores.
Una semana antes, el 13 de marzo, la misa de La 2 logró un récord histórico con un 21,3 por ciento de share y una audiencia media de 1.217.000 espectadores.
Esta ha sido la respuesta, y la reacción, que ha obtenido Podemos tras registrar una proposición en la que solicita al Congreso de los Diputados que inste a Televisión Española a suprimir las emisiones de misas que semanalmente se programan. Hasta entonces la misa de La 2 no llegaba a los 400.000 espectadores y su cuota de pantalla era del 6 por ciento. Más allá de la artificial controversia que pretende suscitar el partido morado, en lugar de preocuparse por la pluralidad de TVE y el servicio a los ciudadanos, tal como determina el artículo 20 de la Constitución, la programación religiosa -tanto en la pública nacional como en las autonómicas- es costeada por las confesiones religiosas. La gestión de la misa que emite La 2 de TVE es financiada por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación, mientras que la diócesis de Mallorca se hace cargo del coste de la emisión de la Eucaristía en IB3 para Balears. La cadena RTP de Portugal emite la misa cada semana; France 2 ofrece el domingo Les chemins de la foi, con espacios de los cultos católico, protestante, judío, musulmán y budista.
La programación religiosa de La 2 de TVE también incluye Shalom, financiada por la Federación de Comunidades Judías de España; Medina, por las Comunidades Islámicas; y Buenas Noticias, por las iglesias evangélicas. ¿Qué pretende Podemos?