Siempre es un orgullo personal acudir a la cita con los actos que organiza en la vieja capital del Principado de Asturias (Cangas de Onís) la prestigiosa Cofradía de los Amigos del Queso Gamoneu. Al quinto capítulo de este año han acudido cofradías gastronómicas de toda España, algunas de Portugal o de Francia. Los actos del pasado día 8 de octubre fueron verdaderamente espléndidos, entre otras cosas el tiempo acompañó y bellísimo y colorido el desfile por las calles de la ciudad con los cofrades uniformados con los distintivos que le son propios de cada cofradía, donde algunos llegan a la espectacularidad, caso de la Cofradía de los "Corsarios Vascos".
En este capítulo les ha correspondido ser nombrados cofrades de honor al Restaurante Yumay de Avilés y al Ñeru de Madrid, distinción de este último que recogió la hija del fundador.
2cuando año tras año me traslado en el mes de octubre a Cangas de Onís para estar presente en los actos de la Cofradía del Queso Gamoneu, surge siempre alguna referencia sobre la excelencia de los quesos menorquines, donde yo suelo afirmar que son sobradamente merecedores de tener un día dedicado y propongo que bienal. En torno a los distintos quesos de la isla y a sus elaboradores, donde podrían darse cita libremente aquellos otros queseros de España que lo desearan. Sí…ya sé que la insularidad tiene el hándicap de un problema geográfico añadido y que organizar un acto así es laborioso, de lo cual podría dar fe Emilio Argente i Doménech de la cofradía del gamoneu, que organizó el año pasado una trobada en torno a los quesos con denominación de origen españoles. No obstante, déjenme que insista. Si algunas cofradías viajan a Cangas de Onís desde Portugal, Francia, Navarra, con algunos cofrades desde Madrid, si en Menorca se lo proponen, con la ayuda organizativa de Fra Roger y productores de queso como la cooperativa insular ganadera de Menorca, Coinga, Sa Canova, que elabora su singular Cala Blanc, La Payesa o artesanos como Binigarba, es Tudons, etc., sin duda un evento así, con rango de categoría nacional, incluso internacional, es perfectamente posible. Fíjense que Cangas de Onís tuvo también un dificultoso principio y sin embargo tiene hoy en día una resonancia conocida a lo largo y ancho de todo el país. Les da mucho trabajo a lo largo de todo el año pero los resultados están ahí, de un queso, el gamoneu, prácticamente condenado al consumo local, se ha conseguido pasar a un producto que está presente en los grandes establecimientos de productos gastronómicos de España, dando testimonio de su nombradía el hecho de que le hayan salido imitadores, como pasa con el tan imitado queso de Burgos. Algunas imitaciones han resultado ser francamente un fiasco, como aquellos quesos españoles que imitaban al queso gruyère, que no sé la razón de que se les ocurriera llenarlo de agujeros, siendo lo cierto que el auténtico gruyère nunca los tuvo. Por cierto, debo añadir que el queso gruyère no es francés, si no suizo.