Nada más empezar tengo que confesar algo queridos lectores, me mola la publicidad. Hace ya bastantes años se organizó en el Teatre Principal de Maó un encuentro de publicistas donde, además de alguna charlas, se proyectaron los anuncios premiados en festivales importantes como el de Cannes Lions. Disfruté un montón viendo anuncios, la creatividad, el sentido del humor, el reflejo claro de lo que puede estar pensando, e incluso sintiendo, una sociedad, se refleja muy bien en los anuncios. Hay anuncios malos hasta decir basta, pero los que se buenos se convierten en autenticas joyitas.
El hecho de que me guste un anuncio, no significa que me convenza para comprar el producto que publicita. Me explico: hay un anuncio antiguo de la cerveza Heineken, cuyo eslogan era «Piensa en verde», que me parece buenísimo, en una fiesta todos los invitados aguantan el botellín de Heineken con cara de felicidad pero con un temblor exagerado de brazo, y es porque las han puesto a enfriar en un bidón con hielo y hay que meter el brazo hasta el sobaco para alcanzarlas. Pues bien, el anuncio es guay, pero el sabor de la Heineken..., seguro que lleva cebada y lúpulos, pero difícilmente se la puede llamar cerveza. Toma ya, me acabo de cargar un posible patrocinador para los artículos, que tomen nota la Mahou y la Estrella y me manden un par de cajas. O aún mejor, la Grahame Pearce de San Climent, que es una cerveza artesana hecha en Menorca que está de lujo.
Y ahora que hablamos de publicidad y de Menorca (vaya forma de hilar, como un monologuista de los malos) estos días circula por las redes un vídeo de la Isla titulado «Pure Menorca». El corto ha sido realizado por Benjamín Riquelme y representa un lugar de ensueño, es una magnífica publicidad para la Isla. Obviamente Benjamín ha filmado Menorca con todo el cariño del mundo, sacarla con una foto de Macarella en agosto, o con otra de la colársega del puerto de Maó coronada por la chimenea de la GESA, o una más del cruce de La Argentina de nuestra carretera general, hubieran hecho que el paraíso fuera algo más terrenal.
Dicho lo cual, que se tome nota para que vídeos como el de Benjamín se puedan seguir rodando durante muchos años, que como esto de la crisis-estafa ya parece que ha caducado para algunos, los amantes del cemento pueden volver por sus fueros y cubrir lo que no está escrito del gris elemento. Eso si antes no la compra entera el doctor Víctor Madera, que después de apalancarse para el solo más del 1 por ciento de Menorca, ahora se ha comprado un palacio medieval en Ciutadella, «más madera» gritaban los hermanos Marx.
Y hoy me ha venido a la cabeza la publicidad por dos motivos, el primero es que queda un año para las elecciones y los partidos ya empiezan con su publicidad sibilina para vendernos la moto. Por cierto, el vídeo procedente de fuego amigo que ha terminado con Cifuentes, es buena publicidad para Eroski y sus cremas. Y la segunda es que durante todo el día tengo metida en la cabeza la cancioncilla que da título al artículo, a los milenials ni les suena, pero a los que acariciamos el medio siglo no se nos va la musiquilla de los bolis Bic, que por cierto escriben de maravilla, al menos el Cristal. Cerrando, enésimo llamamiento para que alguna marca se enrolle y me patrocine los artículos, será la única manera de aguantar un año de infame publicidad política, y cuatro más de nefasto gobierno. Libre de anuncios, de momento, les deseo un feliz jueves.