No solo de trabajo vive el hombre; por algo existió en España Educación y Descanso, un organismo que dependía del Sindicato Vertical y promovía actividades recreativas y deportivas entre los trabajadores; por algo se montan tareas extraescolares en los centros docentes; por algo existen secciones festivas en casinos, círculos y sociedades culturales; por algo necesitamos relacionarnos con amigos, compartir aficiones y «matar el tiempo».
Antes los viejos se sentaban al sol, en un banco público, y pegaban la hebra con otros viejos, hoy personas mayores o gentes de la tercera edad. Eran pocos los que cogían un libro y se ponían a leer, pese a que dicen que leer es muy bueno para el correcto funcionamiento del cerebro. Otros se iban al casino, pedían un cortado y se pasaban la tarde viendo jugar a la Manilla. Los jóvenes se iban al baile, cuando lo había, y pretendían bailar con las mozas de buen ver, que indefectiblemente eran custodiadas por sus señoras madres. Los niños salían a la calle en pantalón corto y pegaban patadas a un balón de fútbol desinflado, uno de esos que tenían un cierre de cuero capaz de abrirte la frente cuando pegabas un cabe. Mientras tanto, las niñas vestían muñecas o jugaban a junio cochón de la cochería, un caballo blanco que corría…
Ni que decir tiene que todo esto está trasnochado. Una de las formas más comunes de matar el tiempo hoy en día se llama «navegar por internet» Nunca mejor dicho lo de navegar, puesto que hay quien se pasa días enteros «navegando» de un contenido a otro, como si de una travesía en barco -un crucero- se tratara. Lo de los ordenares, iPad y teléfonos móviles está tan a la orden del día que uno puede entretenerse con ellos incluso estando en un atasco en horas de tráfico intenso en las grandes ciudades, y supongo que Palma de Mallorca es ahora mismo una gran ciudad, porque no hace mucho estuve casi una hora esperando, y entreteniéndome en reactivar el teléfono móvil, mientras aguardaba al directivo que me había convocado a una «comida de trabajo», que cuando al fin llegó me dijo que había tenido que probar en 4 aparcamientos para poder aparcar. No crean que esto no ocurre en islas más pequeñas como Menorca; prueben si no a meterse en la carretera general el próximo mes de agosto y verán lo que es bueno. Entonces hasta se puede echar mano de las llamadas redes sociales, como Facebook por ejemplo, en el bien entendido que en lugar de matar el tiempo será el tiempo quien acabe matándonos.