Conozco algunos inmigrantes que llevan más de media vida entre nosotros y aun no hablan ni entienden una sola palabra de nuestra lengua. Fíjense que he dicho ‘inmigrantes', porque me refiero a gentes de la península ibérica que vinieron hacia estas tierras. Hoy en día está de moda decir ‘migrantes', y lo cierto es que me he preocupado de investigar la diferencia entre estos términos, emigrantes, inmigrantes y migrantes. Dicen que la diferencia depende del punto de vista: emigrante es el que se va, mientras que inmigrante es el que llega. El migrante, por su parte, es aquel que, simplemente, se desplaza de un lugar del que es originario a otro distinto, independientemente del punto de vista. De modo que todo inmigrante y emigrante es, también, un migrante. Este, por otro lado, es un tema de candente actualidad, con la serie de ‘migrantes' desplazados de países pobres o en guerra que cada día se lanzan en patera al Mediterráneo, y con las restricciones en materia de acogida humanitaria que se suelen imponer. Lo que resulta claro es que existen muchos tipos de migrantes, desde los jubilados ingleses que se establecen en España, pasando por los chinos que montan aquí sus negocios, hasta las gentes de habla castellana que llegaron masivamente durante los años sesenta y los náufragos y refugiados de países en conflicto.
Existe un dicho clásico que afirma que «donde fueres haz lo que vieres». Es decir, que uno debería adaptarse al lugar que le acoge, conocer sus costumbres, su comida, su lengua, su historia y tradiciones, aunque sin perder sus propias señas de identidad. Esto no siempre es así, a veces se convierte en triste realidad ese otro decir que en catalán asegura que de fora vingueren els qui de casa ens tragueren (de fuera vinieron quienes de casa nos echaron) Claro que en eso consiste el ancestral concepto de las dominaciones. Nosotros echamos a los moros de Balears, y los ingleses estuvieron a punto de asentarse en Menorca como en Malta o Gibraltar. Luego vienen las leyendas, que si estaríamos mejor siendo ingleses, que si los chinos españoles nunca mueren, porque se traspasan los documentos de muertos a vivos, que si el catalán es una lengua menor que además se subdivide en mallorquín, menorquín, ibicenco, etc., que si los turistas se traen hasta la comida de sus países de origen, que si existen incluso funerarias especializadas para que uno pueda morirse y ser enterrado y repatriado en inglés, que si jodamos que todos somos hermanos.