En noviembre de 1977 se constituyó la Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Menorca. El impulso fundacional de PIME-Menorca, en aquel año mágico de la Transición con tantos cambios y novedades, surgió en la fábrica Torrent Ciutadella, de los hermanos Rafel y Carlos Torrent. Su primer presidente fue Juli Mascaró, y Pablo Seguí, un joven y desconocido abogado de Alaior, asumió la secretaría general. Las dos primeras asociaciones fueron Industrias Auxiliares de Calzado y Carpintería. Desde el primer momento Antonio Juaneda Anglada formó parte del núcleo de los empresarios fundadores de PIME al incorporarse a través de la empresa familiar Tarsa.
En 1987 asumió la presidencia de la asociación de Auxiliares de Calzado, que desempeñó hasta el 2000. Ese año entra en el comité ejecutivo, como vocal después fue tesorero y durante 18 años, desde el 2000 y hasta el 2018, fue el presidente de la federación empresarial menorquina. Han sido 31 años de colaboración, compromiso y dedicación a la organización menorquina que ahora reconocerá esta larga trayectoria con una merecida Medalla de Oro.
Antonio Juaneda vivió, desde los pequeños despachos de la sede de la calle Federico Pareja de Ciutadella, el proceso de evolución y consolidación de la PIME menorquina compartió muchas horas y reuniones con aquel Pau Seguí infatigable y batallador en los despachos de Palma y Madrid participó e intervino en las gestiones para obtener la financiación que necesitaba la entidad para construir primero la sede en el Polígono de Ciutadella y después el edificio en el Polígono de Maó, porque las oficinas de la mahonesa calle Padre Huguet también se habían quedado pequeñas. Antonio Juaneda es un hombre discreto, intuitivo y observador, al que no le gustan las estridencias. Persona de diálogo y conciliadora, ha vivido en primera persona la historia de PIME-Menorca. Deja huella.