Las matanzas de niños en escuelas de Estados Unidos son desgraciadamente un horror recurrente. Ha habido los graves sucesos en Columbine High School en 1999 y los de la escuela elemental de Sandy Hook en 2012 con decenas de muertos en cada caso. Pero aparte ha habido numerosos incidentes con solo uno o dos muertos que por ser pocas las víctimas no se oye hablar de ellos. Las estadísticas muestran que en Estados Unidos hay en promedio un tiroteo a la semana en escuelas.
El control de armas de fuego parece que sería un medida prudente para evitar esos casos, pero no, ni las fabricas de armas, ni los políticos, ni buena parte de la población están de acuerdo con eso. La solución siempre se dice que es que todo el mundo lleve armas para así parar a los agresores. Esta actitud ha empeorado con la llegada de Domald Trump.
Trump puso como encargada de Educación a la señora Betsy DeVos, una millonaria sin experiencia en educación. Después de la masacre del día de San Valentin en Florida, esta señora propuso que para evitar las matanzas en colegios el armar a los maestros. Ya lo había propuesto antes para proteger a los niños de los osos.
Ahora el gobierno estaba preparando el enviar fondos especiales a las escuelas con este fin. Agrupaciones de maestros indicaron que llevarían esta medida a los tribunales y DeVos se ha vuelto atrás.
De todas formas, el grupo Faster, creado después de la matanza de Sandy Hook, ya ha empezado el entrenamiento de empleados de escuelas en el uso de armas de fuego. En Ohio, en donde está la escuela elemental de Sandy Hook, ya son más de 1.300 los empleados y maestros que han pasado por estas sesiones de entrenamiento.
En Colorado también ha empezado el proceso de entrenamiento de maestros. Da miedo pensar a donde nos puede llevar ese camino.
Otro problema grave es consecuencia del calentamiento global.
Debido al cambio climático cada vez las tormentas fuertes son más frecuentes que al ser acompañadas por un aumento en el nivel del mar causan inundaciones en las zonas costeras. Esto es particularmente grave en las costas del golfo de México donde los huracanes han azotado la costa con regularidad. Esto hace que sea necesario reforzar las infraestructuras cercanas a la costa.
En las costa de Texas más afectada se ha propuesto la construcción de una infraestructura costera de unos 100 kilómetros y cuyo coste se cifra en unos 12000 millones de dólares. Esta infraestructura protegerá la zona donde están instalada la mayor concentración de industria petroquímica incluyendo 30 refinerías de petróleo, el 30 por ciento de la capacidad total de refinerías en Estados Unidos.
En Texas tanto los políticos como la industria petrolífera niegan totalmente el cambio climático y sobretodo que tenga nada que ver con actividad humana. Ahora el Estado pondrá esos 12000 millones de dólares de los ciudadanos para proteger a la industria que más impacto tiene en el cambio climático de las consecuencias de este cambio.
Es muy dudoso que estos políticos republicanos obren de buena fe siguiendo sus creencias que muchos dicen están ancladas en la Biblia. La sospecha de corrupción es ciertamente alta y esta corrupción viene a perpetuar la causa del problema que dicen quieren solucionar. A la vez Trump ha acabado de eliminar todas las regulaciones que Obama puso sobre el control de emanaciones y que se habían acordado en la cumbre de París.
Así pues vemos que ante el problema de las armas, la solución es más armas y ante el problema del cambio climático la solución es más emisiones. Todas esas soluciones nacen de la corrupción y de la estupidez.
Es evidente que los ciudadanos tenemos parte de la responsabilidad de lo que pasa, nosotros hemos votado a esos políticos. Ya es hora que los ciudadanos tomemos conciencia y dejemos de votar a políticos estúpidos, embusteros y corruptos.