Se le parece mucho a lo de los fichajes de los equipos de fútbol, más aun, cuando la prensa los presenta como fichajes: ¿te has enterado? Vox ha fichado a cuatro generales para las próximas elecciones. ¿Ah sí?, ¡no me digas! Pues mira, fulanito o menganito va a renovar prácticamente a todos los cabeza de lista electoral, parecen que tienen ‘banquillo', y además están lanzando el anzuelo en el mercado de posibles candidatos, alguien con buen caché. Así como el caso de Pablo Montesinos, lo ha fichado el PP, y lo pondrá seguro en un sitio de relumbrón, así sin probarlo. Yo lo he visto como se desenvuelve en las tardes de Mamen Mendizábal, y luego algunos viernes en el programa de Iñaki López y Andrea Ropero en La Sexta Noche. Se le ve muy educado, conciliador y valiente a la hora, por ejemplo, de tratar esa vergüenza de que seamos el país con más sepulturas en las cunetas después de Camboya. Lo de Cayetana Álvarez de Toledo también me merece un plus de simpatía, porque creo que no sabe dónde se ha metido, aunque supongo que ya será sabedora de que su partido va a conseguir en Catalunya unos resultados más testimoniales que otra cosa. De hecho, ahora mismo creo estar cierto al decir que el PP en Catalunya es una fuerza política residual. Cayetana tendrá dificultades añadidas, al no saber ni siquiera pedir por un bar de la Barceloneta pa amb tomàquet.
Para algunos, sobre todo para el separatismo catalán, no hablar en catalán anula cualquier interlocutor dejándole cuanto menos a niveles del neandertal, ni siquiera en la escala evolutiva se llega al cromañón.
Me intereso por el nombre de algunos aspirantes a ejercer el noble oficio de la política, aunque sea a título de estreno para este magisterio, dónde no se me alcanzar a adivinar que aporta su presencia ocupando un escaño como destacando en algo, siendo la respuesta de cero patatero que diría el otro, como presumible guía espiritual, científico, deportivo o de un notable mérito en humanidades, ¿entonces? ¡Claro! ¡Ahora caigo! Debe de ser como aquello de doña Esperanza Aguirre y su fichaje por una empresa catalana como ‘cazatalentos' que le cayó del cielo, porque lo de cazar talentos demostró que no era precisamente lo suyo, como pasa con algunos viejos rockeros de la político que les llueve los más variados y bien remunerados despachos, sabedores algunos expertos del marketing, que no importa mucho lo que sepa hacer el nuevo fichaje, porque se cuenta con que su mera presencia vaya abriendo las puertas que interesa abrir. Salvadas sean todas las distancias. Si se me permite extrapolar, eso pasa en el particularísimo mundo del arte pictórico. El elevado precio por aquel cuadro no es por su composición, su temática, en definitiva su ejecución, si no por su firma. Lo caro, lo que hay que pagar es la firma.
Me pregunto por qué los llamados líderes de los distintos partidos no se esfuerzan en vez de buscar ilustres pedigrís, buscar buenos técnicos en el oficio de administrar el dinero ajeno, aquellos que darán el mejor juego en una administración pública, los que rendirán al máximo gestionando las posibilidades que tenga el gobierno de la nación, para que la ciudadanía dé por bien invertido el voto que va a depositar en la urna. Deberíamos huir como de la peste de aquellos inútiles cuyo mejor y único aval consiste en ser expertos en meter el dedo en el ojo ajeno. Para otra cosa, no son otra cosa que un cero patatero.