16-V-19 Jueves
Joan Cantavella en el Institut Menorquí d'Estudis. Tema: «El papel ‘Es Diari' durante la Transición» que el periodista de Almassora considera infravalorado. Director del periódico entre el 76 y 78, Cantavella es una enciclopedia andante de experiencias vividas en su despacho des carrer de Gràcia. Ahora, mientras escucho al exdirector, puedo imaginármelo como jinete en un rodeo americano, un joven periodista montado a lomos del enloquecido bóvido, metáfora de las sacudidas de unas fuerza vivas que veían trastabillar su ancestral poder y se aferraban a la manipulación del único diario de la Isla. «Es Diari» supo resistir los embates, nos cuenta Cantavella, hasta tal punto que algunas de aquellas élites económico-sociales se plantearon y casi lograron la creación de un diario adicto que contrarrestara el cacareo contestatario del MENORCA.
Recuerdo la pregunta que le formulé al obispo Deig en la revista «Boínder» de septiembre del 85 sobre la posibilidad de que renunciara a la propiedad de «Es Diari». Supuestamente un grupo de progres habrían ido a verle para solicitar que el periódico pasara «a manos del pueblo»… Exhumo la impagable repuesta de monseñor: «Yo todavía me lo estaba pensando y vino a verme un grupo de personas de izquierdas para tratar de convencerme de que la Diócesis no se hiciera cargo del único medio de comunicación de la Isla, y yo les dije que muy bien, pero que los otros propietarios tendrían la absoluta prioridad de compra, ante lo cual convinieron en que estaría mejor en manos de la Iglesia...».
La labor de Cantavella, su papel en la transición menorquina se engrandece con el paso de los años y, mientras le escucho, me pregunto cómo aquel jovenzuelo recién llegado de Madrid, sin conocimiento alguno de la realidad menorquina (Paco Pons Capó le ilustraría rápidamente), consiguió navegar por aguas embravecidas y festoneadas de arrecifes traicioneros y no morir en el intento. Y es que hemos tenido suerte con los directores de «Es Diari» Bosco también supo templar gaitas y Josep Bagur no les va a la zaga, aunque eso sí, en tiempos menos borrascosos. Todos ellos contribuyeron a que el MENORCA sea un instrumento tan deliciosamente imperfecto como acogedor para todas las tendencias. Monseñor Deig lo vio claro en su día.
18-V-19 Sábado
«Si lo llego a saber, no te llamo Daenerys»
Este es el titular de primera página en el diario «El País» de hoy. Me quedo en blanco y voy al antetítulo a ver si me aclara algo: «Cientos de familias en España han puesto a sus hijos nombres de ‘Juego de tronos'»... Casi tengo que pellizcarme, y eso que es la segunda vez en quince días que el periódico líder en España le concede honores de portada a una serie de televisión, serie, digámoslo sin subterfugios, en la que se decapita mucho y aparecen lagartos (¿dragones?) voladores y lanzallamas entre otras peculiaridades que me hicieron desistir al poco rato...
Lo de las series de televisión es uno de los fenómenos más llamativos del nuevo siglo. Hubo un tiempo en si no te gustaba el fútbol lo tenías crudo, porque de política no se podía hablar y de mujeres, lo justo, pero ahora puedes sobrevivir en el ágora pública comentando la jugada del último capítulo de la serie de moda. Así que, como desde la aciaga noche de Liverpool ha dejado de gustarme el fútbol, igual me paso a comentarista de series. Y la duda hamletiana: ¿Debo o no debo sumergirme en «Juego de Tronos» pese a los lagartos flamígeros? No me apetece nada, pero no quiero ser un marginado, qué dilema.
20-V-19 Lunes
Tras empapuzarme en la radio de las variadas pero siempre apasionadas reacciones al desenlace de «Juego de Tronos», veo en directo la acreditación parlamentaria de los políticos presos (el orden de los factores sí altera el producto), y sigo preguntándome por la racionalidad jurídica de la prisión preventiva, de hecho me parece una medida desmesurada en el caso que nos ocupa y que distorsiona todo el diálogo político hasta el punto de hacerlo casi imposible. Todo podría ser muy distinto con los políticos catalanes en libertad vigilada o arresto domiciliario hasta que la Justicia dictamine…
21-V-19 Martes
Abigarrada, variopinta y algo esperpéntica España en el nuevo Congreso. Hiperventilaciones varias. Me remito a la entrada de ayer...
23-V-19 Jueves
«¿Adónde va la Isla?» me preguntaba hace años en el libro «Inventario de perplejidades», con perdón por la autocita. Y es que en plena época del dios Mercado -escribía-, Menorca se debate entre sus esencias conservacionistas y las evidencias de que, sin el turismo, su economía y su futuro descarrilan. Este Jano bifronte es a la vez su encanto y su amenaza y produce criaturas tan pintorescas como los nostálgicos inmovilistas de la aldea originaria y otras tan arriscadas como los tiburones del desarrollismo a cualquier precio. Del proverbial equilibrio de los menorquines dependerá su supervivencia como lo que ha sido siempre: un toque de distinción mediterráneo. A votar en conciencia, idò, y que el señor de los tronos reparte suerte.