Menorca tiene sed. Según los datos, publicados por este mismo diario, en lo que va de año ha llovido una 38 por ciento menos de lo normal, y solo en el mes de junio llovió un 99 por ciento menos de lo que era habitual. El mes de junio dejo apenas unas lagrimas de agua que sumaron un 0,2 litros por metro cuadrado, que no da ni para lavarse los dientes. La noticia nos recuerda que lo normal era que junio nos regalará unos 12 litros por metro cuadrado, que ya da para una ducha rapidita.
No como las que se dan en la ducha que hay en el parking de la playa de Son Bou. Madre mía, hay algunos que solo les falta sacar el gel, el champú y el suavizante. Yo entiendo que si vienes de Islandia no seas consciente de los problemas de agua del Mediterráneo, pero intuyo que muchos turistas de Reikiavik no tenemos. Ojala sirva para algo el anuncio de concienciación tan chulo que han hecho en los aeropuertos.
Como la cosa siga por este camino lo único que lloverá en Illes Balears serán guiris desde los balcones de Magaluf, y con ese material no regamos nada. Además al ritmo que se consumen botellitas de agua, a altas horas de la madrugada, en algunos locales de marcha, tendremos escasez del liquido elemento en menos tiempo del que tarda Carmen Lomana en ponerse el botox. Al parecer es lo que tienen en común el Éxtasis y el deporte, que ambos dan mucha sed.
Necesitamos soluciones urgentes e imaginativas ya. Algún ingeniero que estudio la manera de recoger el sudor de los runners para reintroducir esas toneladas de agua en el suministro municipal. Así en lugar de la cantidad de nitritos que tienen muchos de nuestros pozos, tendremos agua rica en electrolitos, proteína sintética y Aquarius de naranja. Otra posibilidad es la de recoger todos los culos de cerveza que se dejan en las jarras, ya que el zumito de cebada se calienta en cero coma por las altas temperaturas, y aprovechar las trazas de lúpulo que se recojan para enriquecer gazpachos y oliaigos que son muy hidratantes.
Estas propuestas pueden parecer muy bobas, al igual que a otros también les parece muy bobo creerse todo el teatro que montan las marionetas del Congreso. Vamos a respetarnos y allá cada cual con sus mierdas. A muchos el jueguecito que se traen los que mueven los hilos, y sus medios de comunicación, nos parece más cansino que un concierto de Bisbal, que ya es decir.
De no poner solución al temita, deberíamos ir pensando nuevos nombres para redefinir nuestra isla, lo de nuestra es por sentimiento de cariño obviamente, porque si es por posesión de tierras, con escritura y candado, es del doctor Víctor Madera, recuerden, queridos lectores, que se ha comprado el 1 por ciento de la isla para él solito. Pues eso, que a Monte Toro le podríamos poner Mirador del Páramo Mediterráneo. O la isla entera el Arenal a secas, porque con estas temperaturas y sin el imprescindible H2O van a acabar derritiéndose hasta las Taulas y no van a crecer ni los cactus.
Pues a espabilar antes de que nos tengamos que bañar con pomada por obligación, y no solo por disfrutar de las fiestas, y los jaleos tengan que hacerse con dromedarios para que aguantes bien las condiciones climáticas que nos estamos imponiendo a golpe de contaminación. Hasta las Habaneras cambiaran sus letras de añoranza de amores y puertos dejados atrás, por la melancolía de cuando podíamos dar un vaso de agua al visitante sacándola del pozo, sin tener que abrir el tapón de una botella de plástico. Intenten sudar poco. Feliz jueves.