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Dietario

Alarmismo versus alarma

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18-X-19 Viernes

Alarmante es lo que alarma y alarmista se aplica a la persona o cosa que tiende a alarmar. Pueden existir noticias alarmantes y por otra parte personas alarmistas que tienden a alarmar con cierta frecuencia con noticias infundadas o exageradas… ¿Cómo encuadrar las informaciones que nos vienen llegando sobre el cambio climático? Según el tea party planetario, hoy America First (la facción más ultra del partido republicano de EEUU, actualmente en el poder), el cacareado apocalipsis climático no sería más que un invento de los enemigos de América para torpedear su crecimiento económico, una estrategia progre para marear la perdiz de lo que de verdad interesa a la gente, etcétera…

También es la opinión del carajillo party, versión española del neoliberalismo montaraz que comanda el incombustible José María Aznar, Ansar, para sus amigos del tea party, quien acaba de cuestionar una vez más la opinión de la gran mayoría de científicos mundiales sobre las graves consecuencias del cambio climático. «¿Qué van saber de cambios climáticos los científicos si no pueden asegurarnos si esta noche lloverá en Sevilla?», le había dicho a Rajoy su primo, y el látigo de las Azores lo hizo suyo para defender a la civilización occidental de las acometidas progres. «Siempre ha habido olas de calor» remachan los carajillo boys…

Estos grupos (¿se estará gestando algún pallofa party en la isla?) acusan a los militantes ecologistas, y principalmente a la adolescente Greta Thumberg de «alarmistas». Pero confunden interesadamente alarmismo con dar una voz de alarma, que es algo muy distinto y absolutamente necesario, como se corroboró en la mesa redonda sobre contaminación y ahorro energético que se celebró ayer en el Ateneo ante un público numeroso y atento.

22-X-19 Martes

¿Cómo devolver el tigre de la algarada callejera a la jaula?, ¿cómo encauzar el tema catalán? Escucho a la derecha –incluido el PSOE cuando se pone en cuestión la unidad de España–, y no puedo compartir las apelaciones al 155 o al estado de excepción (viví algunos como universitario y no servían para otra cosa que para añadir combustible al fuego), o a una épica intervención del Ejército que postulan los más asilvestrados. Mucho me temo que mientras estén en la cárcel los líderes del procés la tensión no va a bajar...

Si Torra y el torrismo no lo pusieran imposible (hoy mismo anuncian más madera unilateral aderezada con una dialogante reprobación de la Monarquía), lo más prudente sería esperar a ver qué pasa con la política penitenciaria (tercer grado, etcétera, que con buen criterio el Supremo se negó a limitar) y entablar conversaciones. Hablar y hablar, pero no del pretendido derecho de autodeterminación, que no se contempla en las legislaciones occidentales más que en caso de colonialismo u opresión, pero sí, por ejemplo, de la Ley de Claridad del Tribunal Supremo de Canadá, único antecedente jurídico de la cuestión que nos ocupa y que resolvió que no existe el derecho a la secesión unilateral, pero sí lo hay a una consulta pactada con el Estado, con una pregunta clara y una mayoría reforzada (no sirve un 51/ 49%) para empezar a hablar del hipotético reparto de muebles o de otro tipo de relación con el Estado. El asunto de Quebec, tan parecido al de Cataluña quedó resuelto para una generación…

23-X-19 Miércoles

Un nuevo árbol desmochado en mi paisaje vital. Un whatsapp matutino que es como el hachazo demoledor que lo ha abatido. Se nos ha ido Carmen Fernández, amiga desde la infancia, a quien recuerdo ahora correteando por el instituto donde vivía en la caseta de los conserjes, sus padres. La veo después gobernando, mano de hierro bajo guante de seda su aparthotel en Santo Tomás, pero sobre todo veo sus hermosos ojos verdes actuando como cañamazo de su numerosa prole, discutiendo afablemente de política, en la que hizo una breve incursión, comiendo asado en Buenos Aires en un inolvidable viaje de parejas y sobre todo sonriendo, siempre sonriendo. Descansa en paz, querida amiga.

24-X-19 Jueves

Franco, Franco, Franco. Lo recuerdo perfectamente, pese a mi corta edad, subiendo una abarrotada costa de ses voltes en coche descubierto junto al entonces alcalde de Mahón Antonio Pons Monjo, quien luego sería nuestro profesor en el instituto. Había oído alabanzas sin cuento al «salvador de la patria» en la parte materna de mi familia mientras mi padre, siempre prudente, callaba pero no otorgaba (había sido depurado por su labor médica durante la guerra en el Hospital de s'illa del Rei)… Luego viviría la feroz represión de su régimen en tiempos universitarios y hoy escucho por la radio como Franco deja por fin el ámbito público. Felizmente y con escrupulosidad democrática y jurídica. Fin de esta historia.

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