¿Conoces a los tarseros? Pues deberías, es la especie que dominará el mundo. Para introducirte un poco y ponerte en situación, se trata de una especie de primates muy pequeños, muy ‘cucos' y con unos ojos saltones. Transmiten una calma brutal, sobre todo si te los miras de día ya que son animales nocturnos, y parecen indefensos. ¿Por qué estoy convencido de que dominarán el mundo? Hablemos…
Sigo en Filipinas, un país que te recomiendo al máximo descubrir. Por encima de todas las cosas, por su gente, que es fantástica. Los filipinos son muy serviciales y ayudan al extranjero en todo lo que necesite y la verdad es que te sientes muy bien acogido. Si a eso le sumas un montón de islas de ensueño, con unas playas de escándalo y un ambiente realmente bueno, este país con más de 7.000 islas se convierte en el lugar idóneo en el que perderse. ¡Cuidado! Puede que el que se pierda no quiera que lo vuelvan a encontrar.
Otro atractivo con el que cuenta este paraíso es su fauna. La marina merece un punto y aparte. Filipinas es maravilloso fuera del agua, pero debajo lo es todavía más. Te reconozco que aquí he cumplido el mayor sueño de mi vida, nadar con el tiburón ballena en completa libertad, un privilegio. En mi rutina diaria con la careta y el tubo no faltan encuentros con los caballitos de mar, otra especie impresionante.
Hace unos días descubrí a los tarseros. Los observé un buen rato hasta entender que a estos animales el mundo, literalmente, le importa poco. Al menos de día. Se pasan la mayor parte del día durmiendo y, cuando no lo hacen, intentan dormir. Buscan lugares a resguardo y a sombra. Por eso, estoy convencido de que cuando los humanos nos demos por exterminarnos unos a otros, los tarseros sobrevivirán porque, sencillamente, no molestan a nadie.
Y si molestan, estoy convencido de que nadie en su santo juicio le haría nada malo a un animal tan mono y simpático. Insisto, busca alguna imagen en Google y lo entenderás. Ahora que ya conoces un poco más a esta cosita tan bonita, te reconoceré que hay quién lo ha considerado diabólico o que da mala suerte. Tendrías que conocerlos… Es imposible.
Pues este animal tan simpático y mono se transforma en un auténtico ‘cabronazo' cuando cae la noche, se come todo bicho que encuentre, incluido pájaros y serpientes. Es un ejemplo de que las apariencias engañan. Como según qué abrazo que, por muy mono que parezca, no es más que una pantomima. Una burla que, por cierto, nos ha costado más de 130 millones de euros y a ver para qué sirve…