¿Qué les pasa a ustedes con Venezuela? ¿Cómo es posible que en las últimas sesiones de control al gobierno se las hayan pasado ustedes hablando de Venezuela? ¿De verdad creen ustedes que los españoles les pagan un salario para que hablen de Venezuela? ¿Creen que lo más importante es hablar de Venezuela?
Son ustedes unos políticos que no parecen tener presente que quienes les pagan están interesados en otras prioridades; no parece que tengan ustedes las ideas muy claras de cuáles son esas prioridades que preocupan al votante que les ha elegido. Fíjense, tienen el campo en la calle con manifestantes detenidos y un problema que se ha hecho crónico con la rentabilidad del trabajador agropecuario que los últimos gobiernos del PP y del PSOE han dejado que llegase a donde ha llegado y ustedes sin enterarse, como cuando se dejó que la gestión inmobiliaria hipotecase a nuestra juventud con pisos que se vendían a precios desorbitados y que ahora no se venden ni por la mitad de aquellos abusivos precios. Y a todo eso los políticos no hicieron nada para impedirlo con un mercado inmobiliario que hasta el más torpe del lugar veía que iba desbocado y cuesta abajo hasta que se encontraron con el gran desplome urbanístico que llevó al paro y a la penuria económica a millones de trabajadores. Y mientras tanto los hipotecados veían cómo les caía encima la desastrosa losa del desahucio que les arruinaba prácticamente de por vida.
Los políticos han caído ahora en la cuenta que el trabajador del campo no puede continuar así. Causa verdadera vergüenza tener que ver cómo en algunos establecimientos vale más un litro de agua que un litro de leche. Cuando en una explotación agropecuaria el gasto que cuesta mantenerla supera los beneficios, se comprende que tengamos en Menorca tantos llocs abandonados al barbecho de lo que ya no es rentable para poder mantener dignamente a una familia payesa. Solo ahora se han dado cuenta porque han tenido que mandar a las fuerzas del orden que despejasen las carreteras atestadas de tractores.
La familia política va detrás de los hechos al preguntarse ¿qué les pasa los agricultores? Ninguno de ellos se ha subido a la tribuna de oradores del Parlamento para decir: «señorías, el campesinado patrio es un barril de pólvora a punto de estallar, pero eso sí, lo importante, lo fundamental, lo prioritario, es pasarse semanas dilucidando el caso Delcy, que si piso o dejó de pisar suelo español, y sobre todo, ¿a qué vino a Barajas la tal señora? Mientras tanto, quien pudiera dar explicaciones y acabar con el «culebrón» ha estado dando munición oral a la oposición que justamente ha «puesto a caer de un burro» al ministro José Luis Ávalos que en sus torpezas ha terminado por meter la pata cada vez más.
Mientras nuestros políticos hacen política venezolana sin darse cuenta que en aquel país ya son mayorcitos para auto gestionarse sin ninguna interferencia foránea. Más les valiera a nuestros políticos que se dedicasen a resolver nuestros problemas, un problemón con el campo, otro con las pensiones, el Senado (que nadie es capaz de darle una funcionalidad óptima que justifique su existencia) o los miles y miles de aforados que en comparación con otros países es de vergüenza; tenemos un problema enquistado en Cataluña y otro más larvado en el País Vasco quizá a la espera de ver en qué para lo catalán. Sin embargo sus señorías no parecen que tengan otra prioridad que ponerse a discutir sobre Venezuela. Señorías céntrense, pónganse las pilas, corrijan el rumbo hacia los asuntos que verdaderamente preocupan a los españoles.