No sabia de sus existencia hasta que empecé a oir no sé qué de «youtubers se instalan en Andorra» -supuestamente para no pagar los impuestos de España-. Y parece ser que estos youtubers-streamers ganan tal cantidad de dinero que no esconden sus propiedades adquiridas y sus coches de alta gama.
Tenía curiosidad por descubrir a qué se debe este nivel de vida, tantos ingresos: ¿cómo lo generan, qué contenidos hacen, y qué público les sigue?
Ahora que sé quiénes son, y lo que hacen, todavía entiendo menos que ganen dinero a costa del público que los sigue a través de la plataforma Twitch, propiedad de Amazon.
Su contenido desde mi punto de vista es burdo, vacío, carente de valores. Lo único que aplaudo es la libertad de expresión y la naturalidad. Y ahí entran las palabrotas, frases o expresiones malsonantes, y la libertad de hablar de sexo sin tabúes.
Si, no estoy loca. Aplaudo eso porque desde su libertad de acción puedo valorar qué es lo que reclama el adolescente del mundo adulto. Y me planteo qué hacemos mal para no conectar con los adolescentes. No quiero decir que seamos mal hablados los mayores pero sí que entendemos su jerga (pasajera, por sus hormonas) y la necesidad de hablar de sexo con libertad. Porque si no, no me explico que tengan tantísimos seguidores y seguidoras.
Pasearse por este canal en concreto es quedarte en pausa, ojiplática, e intentando entender por qué gritan, por qué hacen transmisiones tan sumamente largas de 3 horas, y por qué su humor es tan... absurdo.
Cómo puede ser que un espectador vea como juega la gente comentando jugadas de videojuegos desde una habitación, me parece contranatura. Fui criada en la ciudad y cada vez que venía el fin de semana nos íbamos al campo, o a la playa a conectar con la naturaleza. O por lo menos mis padres intentaron educarnos en el juego de frecuentar el espacio público, con aire limpio. Con mis hijos hago eso, vamos a parques aunque a veces no me apetezca, me obligo. Intentamos hacer, con un grupo de amigos, el Camí de Cavalls siempre que el tiempo y la autoridad lo permitan. Y no niego que puede ser que mis hijos el día de mañana vean estas cosas, por eso me adelanto y me esfuerzo en entender y reciclarme en las nuevas plataformas, redes sociales, y estar en lo que se mueve de puertas hacia dentro con los adolescentes.
Hago un llamamiento, me gustaría que los padres que tengan hijos preadolescentes, o adolescentes me escribieran a mi email marmarari@gmail.com porque siento curiosidad de cómo pueden seguir a los streamers como Rubius, Ibai Llanos, Cristinini, etc. Por ahora solo tengo a estos localizados. Quisiera saber qué es lo que les motiva a verlos. Gracias