El gobierno se pone en modo electoral cuando ha estado en modo avión (por ejemplo, Falcon). En el horizonte hay mucho en juego y eso activa campañas o precampañas. Empezando por Andalucía (donde Sánchez hablará sobre la corrupción… del PP) y siguiendo con las autonómicas y generales del 2023 que prometen mucha caña. Tiempo de promesas, de anunciar cosas guais y de buscar a los mejores candidatos o candidatas. Mujeres al poder. Si algo hemos visto es que las mujeres que mandan pueden ser igual de buenas o de inútiles que un hombre. Todo depende de la persona. De ahí que haya líderes que inspiran confianza y otros que inspiran novelas de terror. ¿Qué panorama encontrarán los electores (las elecciones también son un examen) para decidir entre la continuidad o el cambio?
La alianza del PSOE con nacionalistas y comunistas va más allá de la clásica división derecha-izquierda. Hemos visto antiguos Convergentes ir de la mano de la CUP, o al PNV y Bildu cooperar para conseguir la independencia. Y ahora se ha sumado un plan o, como llaman actualmente, una hoja de ruta, para acabar con la Monarquía parlamentaria y cambiarla por la República. Tiene mérito ser rey emérito cuando ya no les basta con la abdicación para asumir responsabilidades. En Estados Unidos tienen la Asociación Nacional del Rifle y aquí a los amigos de la guillotina. Despenalizarán las injurias a la Corona y penalizarán las injurias al Gobierno progresista.