La semana pasada, ojeando unos periódicos de pronto me sorprendió una foto: Alexandria Ocasio-Cortez esposada por la policía. Alexandria Ocasio-Cortez, o AOC como se la conoce, es congresista por el Estado de Nueva York y junto a Bernie Sanders son los máximos representantes de la izquierda en el Congreso de los Estados Unidos. AOC es una mujer joven que desde hace unos años está siempre activa en el Congreso proponiendo leyes progresistas, defendiendo a las mujeres y a las minorías étnicas. Ella aunque nacida en Nueva York es de origen puertorriqueño.
AOC fue detenida junto a otros 16 miembros del Congreso y otra veintena de personas por manifestarse pacíficamente frente al Tribunal Supremo en protesta por su decisión sobre el aborto. Para mí fue volver atrás más de cincuenta años y ver las fotos de los dirigentes afroamericanos siendo arrestados por desobediencia civil cuando luchaban pacíficamente por sus derechos. Ahora no eran derechos de minorías raciales sino que era por el derecho de las mujeres a abortar.
AOC y sus compañeros manifestantes salieron del Palacio del Congreso y fueron hasta el Tribunal Supremo al grito de: «Nuestros cuerpos, nuestros tribunales, nuestra Democracia». Al llegar al Tribunal Supremo permanecieron allí a pesar de los avisos de la policía de dispersarse . Algunos se sentaron en la calle y son los que fueron arrestados. A los arrestados se les impuso una multa y luego fueron liberados. Al menos la policía no fue como nuestros grises del pasado que los hubieran llevado a la lechera y …
Esto no ha sido un caso único, manifestaciones en contra de la decisión del Tribunal Supremo las ha habido en todo el país y seguirán. Lo peor es que están empezando las malas consecuencias de esta decisión de Supremo. Ya bastantes estados ha emitido leyes prohibiendo el aborto, con lo cual ya está repercutiendo en las personas.
Un caso muy dramático ha tenido lugar en Ohio. Una niña de 10 años fue violada y a consecuencia de la ley del Estado no puede abortar allí. Cuando la historia se hizo pública, la primera reacción del Fiscal General de Ohio y del Congresista fue decir que lo más probable era que la niña mintiera. Luego cuando el culpable de la violación se entregó a la policía y confesó que al menos la había violado dos veces, los que se autodenominan pro-vida se callaron.
A la niña la llevaron a Indiana donde aún el aborto era legal, pero se esperaba un cambio pronto. Allí una médico practicó el aborto. La niña llegó antes de que el culpable confesara, entonces el Fiscal General de Indiana se unió a las críticas de los pro-vida de Ohio y acusó a la niña de mentir y a la médico de practicar abortos ilegales. La prensa conservadora se unió a las críticas y la médico recibió toda clase de amenazas incluso sus hijos fueron amenazados. Ahora ella ha puesto un pleito al Fiscal general por difamación.
Ha sido todo un proceso asqueroso en el que se ataca a la víctima de violación y a quienes intentan ayudarla. No me puedo ni imaginar lo que ha podido sufrir esa niña de 10 años después de pasar por todo ese calvario. ¿Cómo en nombre del cristianismo se puede ser tan cruel y miserable?
Ha habido otro caso en Texas que también va más allá de la imaginación. A una joven embarazada le detectaron que el feto estaba muerto pero los médicos le dijeron que no podían hacer nada ya que tendrían que usar un proceso de aborto y en Texas el aborto está prohibido después de 6 semanas. Así la joven hace más de dos semanas que vive con el feto muerto dentro su cuerpo sin que nada pueda hacer.
Estos son casos que se han hecho públicos pero seguro que ya hay muchos más que se mantienen en silencio. Estas experiencias no gusta comentarlas en público a la gente que las sufre. Así vamos a seguir. Los que se llaman pro-vida siguen así machacando contra el aborto mientras que esos mismos no quieren hacer nada sobre el control de armas y eso que los datos de 2021 nos dicen que murieron por armas de fuego casi 40.000 personas, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.