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Asseguts a sa vorera

Burlas y burlones

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El niño o la niña que se burla de otro en el colegio lo hace porque nadie se ha tomado el tiempo necesario en explicarle que no tiene ni debe hacerlo. El ser humano no es cruel por naturaleza, aunque a ratos lo parezca, lo es porque alguien en algún momento no ha establecido unos límites que enseñen que ni nos parecemos, ni somos iguales ni falta que hace. Cada persona es especial y cuanto antes nos quitemos socialmente el complejo de tener que llevar la misma ropa, pensar igual o tener la necesidad de sentir que formamos parte de un todo, todos nos sentiremos mejor.

Si un niño llama «gordo» a otro es, mayoritariamente, porque ha oído a otra persona llamarlo impúdicamente hiriendo a un tercero sin demasiado sentido, pero causando demasiado dolor. El caso del grupo de niños de Mallorca que insulta y veja a otro en el colegio llamándole precisamente «gordo» muestra una vez más que alguien no ha hecho lo que debía o lo ha hecho mal o lo ha hecho tarde. Nos llevamos las manos a la cabeza preguntándonos cómo es posible que eso pase hoy en día o que haya padres y madres que lo consientan.

No es tan raro. Hay tantas «tonterías» y «cosas de niños» que dejamos pasar como si no fueran nada que se convierten en el cultivo ideal de comportamientos que luego no entendemos y mucho menos toleramos. Ni tú ni yo le habríamos cantado a ese niño «cumple gordo» pero a saber, con nuestros actos, cuántas veces hemos fomentado que se pueda dar ese comportamiento y otros diferentes dejando pasar esas «cosas de niños».

Qué bien sienta solidarizarse con ese crío o con cualquier caso de acoso que salta al panorama mediático, usar el # del momento e indignarte, pero todavía cae mejor responder ante un acto similar. Enseñarle, por ejemplo, a tu hijo que eso no se hace antes de que lo haga. Prevenir antes que curar. Evitar antes que lamentar. El mundo no es injusto, lo hacemos injusto nosotros del mismo modo que en muchas cosas lo podemos hacer más justo. La empatía, además de ser una palabra preciosa, es un sentimiento que debe imperar en todas las familias para que avancemos como sociedad y no haya gordos, feos ni raros.

dgelabertpetrus@gmail.com

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