¿Qué tal llevan este arranque otoñal pasado por agua? Espero que lo mejor posible queridos lectores, por mi parte les confieso que sigue comiéndome la cabecita un tema que parece importarle a muy poca gente, me refiero a la infumable ley mordaza que prometieron derogar y que ya ves tú sigue vivita y coleando. Vale, que sí, que con la cantidad de mierda que nos tiran encima tal vez deberíamos estar en otras cosas, pero que quieren que les diga, si se cagan en la libertad de expresión se cagan directamente en el pensamiento crítico, en la disidencia, en el debate de ideas y en la razón que nos define como humanos, pero ya sabemos que este sistema busca productores consumidores y a poder ser súbditos, los ciudadanos libres y con criterio les molan menos que a nosotros la cerveza caliente, así que tengo tan claro que no la van a derogar como Tamara Falcó tiene claro que las niñas de trece años sin recursos que son madres están superfelices, porque ella es una gran socióloga barra psicóloga que gracias a su formación y su biografía entiende los problemas de los pobres como nadie, y por eso la invitan todos los medios para que nos ilustre con sus sabias opiniones.
Retomemos, la ley mordaza es antidemocrática hasta la medula, pero es que además se utiliza con un doble rasero que flipas, si te ríes de algún rey bobo, de algún juez que tuerce sentencias hacia su ideología de extrema derecha, o de algún empresario con mucho poder, de esos que quitan y ponen periodistas entre otras cosas, te va a caer el peso de la ley con toda su fuerza, como un enorme zasca en toda la boca que te puede llevar directito a la cárcel o al exilio; ahora bien, si cantas por ejemplo que se debe volver al año 36 para dar golpes de estado y perpetrar un genocidio, o incitas a pegar hostias a los maricones, a las feminazis, a los pijosprogres, y a todo aquel que se haya dado cuenta de que vivimos en el siglo XXI y no en las oscuras cavernas que gobernaron los execrables genocidas, entonces te van a reír las gracias y te van a consentir que llames «zorras» o «putas» a las compañeras de universidad porque es la tradición de los colegios mayores de los que saldrán las elites que gobernaran tu país. Es que me parto con las ocurrencias de los cachorritos nazis, o sea son tan patriotas y tan graciosos, pero como algún rojo de mierda abra la boca es que me lo cargo, o sea fin de la discusión.
Vamos a toda pastilla hacia un mundo desigual nivel insoportable, el mundo del todo o la nada. Un número muy pequeño, pero muy muy pequeño, lo tendrá absolutamente todo, y la inmensa mayoría de personas de este planeta se quedará con la nada, con la ausencia total, y la nada es sencillamente la no existencia. Cosifican a millones de personas, arrancándoles su condición de «seres humanos», para poderlos explotar sin el más mínimo atisbo de remordimiento, con una ausencia radical de ética y de moral, incapaces de diferenciar entre el bien y el mal, y si los intentas confrontar, pues te ponen cinta americana en la boca, en forma de ley, y a tomar por saco, no pueden perder mas el tiempo porque llegan tarde al club de golf.
Acabo ya citando una frase que se le atribuye a Oscar Wilde (al que condenaron a dos años de trabajos forzosos por ser homosexual): «algunos causan felicidad donde quieran que vayan; los demás cada vez que se van», así que me voy para hacer felices a unos cuantos y espero que otros cuantos hayan compartido con agrado estos 3500 caracteres. Lúpulo y feliz jueves.