29-VI-23 lunes
Resaca electoral de campeonato. Escucho las primeras tertulias radiofónicas de la mañana: Sánchez, tocado, ¿resistirá? En el plano local, solo las aldeas galas de Mahonix y Mercadalarum resisten al invasor. El resto, marea azul y mucho me temo que también verde. Anuncian mensaje presidencial desde Moncloa. Algo gordo nos anunciará el felón. Pongo en marcha mis neuronas politólogas. Posibilidades:
1) Remodelación de gobierno. La salida más light.
2) Ruptura del gobierno de coalición y nuevo consejo de ministros sin morados. La solución más deseada por los damnificados del insufrible «todos y todas». Prou bestieses!
3) 11 horas: El presidente habla solemnemente desde la Moncloa: Convocatoria de elecciones generales. Toma castaña.
Desde el mirador de los tibios, la de Sánchez parece una jugada inteligente pero tremendamente arriesgada y claramente temeraria si consideramos que se lo juega todo a una carta y que en junio apenas llevaremos mes y medio de presidencia rotatoria de la Unión Europea… Pero a este tipo le va la marcha y ha demostrado tener más vidas políticas que un gato.
¿Es posible la remontada? Lo es, pero también es harto improbable por aquello de la marea azul y los maximalismos que tanto gustan en nuestro país («O Sánchez o España», «derogación del sanchismo», casi nada). Veremos. Por si acaso, yo no vendería todavía la piel del oso.
30-V-23 martes
Me siguen llegando whatssapps sobre la debacle socialista del domingo y la deriva posterior. Vuelvo a ponerme la toga de politólogo diletante y reflexiono sobre la caída (¿y resurrección?) de Pedro Sánchez:
a) Las continuas ocurrencias de las chicas de Podemos, Irene e Ione, en el gobierno de coalición han tenido mucha culpa de la hemorragia de votos.
b) Otra tanta los cerebros(?) que confeccionaron la lista de Bildu sin desdeñar a los que tenían las manos manchadas de sangre, y la macropolémica que se originó, distorsionándose el sentido de la campaña. La derecha es muy hábil en este asunto.
c) El frenesí legislativo-subvencionador (y chapucero) del gobierno en los últimos meses ha sido realmente obsceno e irritante.
d) Un factor extraño pero determinante ha sido la fobia nacional y transversal a ideologías hacia la figura de Pedro Sánchez, que no ha sido más mentiroso ni voluble que anteriores presidentes (habría que hablar mucho de mentiras y /o rectificaciones en el ejercicio del poder), empezando por Felipe González y su OTAN de ida y vuelta; Aznar y las armas de destrucción masiva, o la falsa autoría del atentado de Atocha; Rajoy y su prometida bajada de impuestos que acabó en subida, o Zapatero y sus brotes verdes… Pero ninguno ha recibido más descalificaciones que el guaperas madrileño a quien no se le ha perdonado que se encamara con Iglesias después de haberlo negado por lo menos tres veces como San Pedro. De nada le han servido al presidente sus evidentes logros sociales y económicos, o su creciente papel en política internacional. Al votarle Txapote ha perdido todo el crédito para muchos votantes…
31-V-23 miércoles
Interesantísima entrevista anoche a Rodrigo Rato en la Sexta a pesar de los continuos e irritantes cortes de la entrevistadora Ana Pastor. El otrora vicepresidente del gobierno y presidente del Fondo Monetario Internacional no esquiva pregunta alguna, habla tranquilo y, aunque sin rencores, ajusta cuentas con Rajoy, Cristóbal Montoro y Sáenz de Santamaría y (sobre todo) con la fiscalía general anticorrupción, un auténtico nido de víboras para Rato, quien lamenta su mala cabeza con las tarjetas black y pide disculpas a la sociedad en general. Magnífico documento periodístico a pesar de los habituales excesos de la señora Pastor…
Y una pregunta capciosa en plena resaca: ¿No iba a haber pucherazo?