Prefiero ser alguien al que vale la pena conocer a ser alguien conocido.
Nunca se vive lo suficiente para dejar de ser un ignorante.
Siempre le pido a Dios que me libre de los ignorantes que se creen ilustrados.
No es castigo pequeño tener un enemigo idiota.
Nada es más caro que la pérdida de tiempo.
A más de un político si le hicieran pasar el test de la ignorancia, daría positivo.
Prefiero el riesgo de equivocarme por hacer algo, que equivocarme por no hacer nada.
La vida es un enigma dentro de un misterio.
Al nacer, emprendemos el viaje del resto de nuestra vida, ignorando el combustible que llevamos.
Todo lo que no sea vivir bien, es simplemente sobrevivir.
Es muy difícil vivir muchos años y morir sin haber sentido alguna vez la punzada del odio que pide vengar la ofensa, y es imposible la venganza si el odio no la alimenta.
A estas alturas de mi vida, confieso que he aprendido cuatro cosas, todo lo demás lo ignoro.
Hay gente que es feliz pero no lo sabe.
Las golondrinas posadas en un cableado eléctrico, son notas musicales en un pentagrama.
El jabón con qué se lava una conciencia sucia, no está a la venta.
Dios nos da naranjas, pero las tenemos que pelar nosotros.
Matar el tiempo es un asesinato que no está contemplado en nuestro Código Penal.
Las heridas del alma son invisibles pero son las que más duelen.
Cuando nacemos, nos entregan el tesoro más preciado, el alma, que hay que cuidar toda la vida.
El necio, siempre cree que tiene razón.
Carlos Mascaró sabe sabe que una obra suya no puede ser grande si el deseo de conseguirla es pequeño.
Estar enamorado es una hermosa locura que solo a veces la vida te regala.
No hay ningún corazón que haya vivido muchos años que no esté lleno de cicatrices.
Es más fácil cambiar una ley que una costumbre.
En la cama de aquel hospital deshumanizado, decidí batirme en duelo con una enfermedad que casi me gana.
Cuando un torero mata un toro, lo llaman arte, cuando el toro mata al torero, lo llaman ferocidad.
Solo cuando la cabeza, la mano y el alma del artista marchan juntos, se consigue una obra de arte.
Cuando causa más admiración la vida del pintor que su obra, se puede afirmar que ese pintor está acabado.
Me gustaría ser yo mismo quien escribiera para «Es Diari» mi obituario.
Sé que estoy de mi vida en tiempo de prórroga.
Epitafio: «Ahora ya no me quejo de nada», o bien este otro: «Yo lo sabía».
La ignorancia también es una pandemia.
Si de nada le sirven las alas a un pájaro que aún no sabe volar, de nada sirve estar educado si se está mal educado.
La suma de la moral humana la contemplan los Diez Mandamientos.
Cuando los años pasan, pesan.
El mejor director de orquesta, es el que sabe cuándo dejar la batuta quieta para no molestar a los músicos.
En aquella familia, todos los primogénitos eran o habían sido generales, por eso cuando después de dar a luz, le preguntaron que había tenido, contestó: un general.
De donde está Menorca no puede estar lejos el paraíso.
Si con 77 años vas a que te vea un médico y no te encuentra nada, o es un milagro o sabe muy poco del cuerpo humano.