No lo entiendo. Somos capaces de tripular un robot a miles de kilómetros de aquí, de conocer el genoma humano o de saber qué comían nuestros antepasados de hace miles de años… Pero no somos capaces de inventar algo que cure el resfriado. Llevo más de 10 días respirando muy por debajo de mis posibilidades, con una producción masiva de mocos y con una sensación de agotamiento que me supera. Antes de que te lo preguntes, no tengo covid.
Tenemos una facilidad pasmosa para descubrir cosas increíblemente inútiles o poco útiles, para impulsar estudios que no sirven ni para hacer un chiste y, para lo verdaderamente importante, nos topamos con una pared que nos impide seguir. Estoy a 3 estornudos de inmolarme irremediablemente si la cosa no mejora porque soy una máquina de mocos que está sumiendo al planeta en un pozo de pañuelos usados y que no creo que se puedan ni reciclar, ni mucho menos reutilizar.
El otro día, en no sé qué informativo, salía uno de esos anuncios que te dejan indiferente. No sé qué científicos de qué universidad habían descubierto no sé qué que servía para no sé cuántos en no sé qué época. Con todos mis respetos a nuestros predecesores que pusieron la semillita para que estemos hoy aquí, ¡qué puñetas me importa si comían la tortilla de patatas con cebolla o sin cebolla!
No estoy disfrutando de la sociedad del bienestar y el confort, soy un autónomo que tiene que seguir al pie del cañón porque la palabra ‘baja' está prohibida. Si fuese político instaría a todas las formaciones a crear una comisión de seguimiento para desatascar mi nariz y mi vida. Aunque no creo que sirviese de nada.
Llevo ya más de 10 días más dopado que algunos ciclistas en una farmacia durante el black Friday y tengo la sensación de que no avanzo. Ni tampoco creo que pudiera ganar el Tour de Francia. Es desagradable, el aire no pasa y solo tengo un agujero de la nariz operativo, que se va abriendo y cerrando aleatoriamente, primero un lado y luego el otro sin llegar a coincidir.
Pero esto es solo una broma. Unos días más de malestar y ya habrá pasado. Si los que mandan no hacen nada para algo tan común como el resfriado, imagínate la desidia que los acompaña a la hora de luchar por curar otras enfermedades más crueles. Qué bueno sería que destinasen más recursos a la investigación para lo que de verdad importa. Me daría igual que mi resfriado durase un mes más. Y todo el mundo sabe que la tortilla se come con cebolla.
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