El Consorcio Militar de Menorca acaba de presentar un nuevo libro sobre el castillo de Sant Felip que contiene ambiciosas propuestas de recuperación y revalorización de este espacio histórico, una joya además por su ubicación en la bocana del puerto de Maó. Hay planes para este recinto, que actualmente compagina las visitas turísticas a los subterráneos del antiguo fuerte con su actividad tradicional como lugar de ocio y descanso adscrito a la residencia de Maó, para militares de paso y de la isla así como para sus familias. El verano pasado además se estrenó con notable éxito como escenario del Lazareto Music & Gastro Festival, demostrando un potencial que hasta entonces se desconocía. Así que Sant Felip está llamado a convertirse en el próximo polo de atracción del puerto compartido por Maó y Es Castell.
El trabajo coordinado por el arquitecto Fernando Cobos hace hincapié en la necesidad de iniciar tareas que llevarán años, como el desbroce y el desescombro, para profundizar en la investigación de la fortaleza; al mismo tiempo plantea la consolidación urgente de algunos elementos singulares para que no desaparezcan, y como idea llamativa, desviar la carretera actual para unificar el bien, ahora dividido, y realizar la necesaria excavación arqueológica en la zona. Al Consorcio, que integran Defensa, los dos ayuntamientos, el Consell y el Govern, le toca ahora buscar la financiación, que el propio estudio calcula en torno a los 500.000 euros anuales, por lo que el antiguo castillo debe empezar a ser rentable. Ahora mismo es un recurso en bruto. Todavía no se ha informado de cómo se gestionará Sant Felip, si seguirá como hasta ahora o se optará por la contratación de una empresa externa como en La Mola, y qué repercusión tendría en los usos habituales. Ayer se celebró junta de fundadores con presencia de la presidenta del Govern, pero nada trascendió sobre el modelo futuro para el monumento y su entorno.