La absurda decisión de Vox de romper los gobiernos de coalición con el PP, a cuenta del reparto de menas en las comunidades autónomas, es un tiro en el pie de la formación política, que puede suponer el principio del fin del partido, un camino sin retorno que sólo conduce a su desaparición, tal y como ha ocurrido con Ciudadanos. Nadie entiende este ultimátum de Abascal, cuando él sabe que es imposible devolver a estos menores, porque se estaría incurriendo en una ilegalidad. Además, ¿adónde se les retorna si en la mayoría de los casos se desconoce su procedencia?
De todas formas, está claro que esta medida es tan solo un parche para aliviar la fuerte presión que sufre Canarias y a la que Balears no es ajena, por lo que, en lugar de buscar enfrentamientos estériles, lo que se debería hacer es alcanzar un Pacto de Estado, en el que se aborde de forma seria este gravísimo problema que, lejos de disminuir, va a ir creciendo a lo largo de las próximas semanas, y olvidarse de declaraciones populistas que solo contribuyen a crispar más la situación.