Aunque la presidenta Prohens se vanaglorió de su gobierno monocolor y de haber evitado la entrada de Vox, considero que fue un error. Asumir responsabilidades de gobierno domestica a la bestia. Dejarla al pairo le da alas para continuar haciendo populismo sobre los complejos retos de la sociedad con dos eslóganes cargados de testosterona.
A Pedro Sánchez lo que mejor le funcionó para zafarse de Podemos fue meterlos en los ministerios. Hacer vicepresidente a Iglesias fue mano de santo para amarrar al revolucionario líder de un movimiento que en un momento dado estuvo a punto del sorpasso y superar al PSOE.
Abascal se dio cuenta que la entrada masiva de los suyos en los gobiernos autonómicos era regalar la hegemonía a los de Feijóo. De ahí que rectificara y cambiara de estrategia.
Ahora vemos cómo el PP se tiene que arrodillar y asumir las propuestas e imposiciones de Vox. Propuestas como urbanizar y edificar las Balears, más masificación y más sobrepoblación. Más madera! Imposiciones como no subir la ecotasa uno de los grandes compromisos de la presidenta. Por no hablar de su odio a la lengua de los mallorquines. No se avista un cambio en esta dinámica. Una dinámica que beneficia a unos y perjudica a los otros, de hecho, pienso que nos perjudica a la mayoría.