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Xerradetes de Trepucó

Competencia en aumento

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Para cuantos crean o puedan pensar que el tema de la competencia en el círculo comercial es tema actual van ben errats. En la prensa más antigua se pueden leer anuncios competitivos, incluso de amas de cría anunciándose para criar recién nacidos. En esta ocasión no es el caso que me lleva a esta escritura, pero sí la publicidad ofreciendo material de algo que se encontraba en boga, si se tiene en cuenta que he regresado al año 1927, tuvo lugar en nuestra Isla, en aquel momento que el lema era: «Cambie su carretón galera por un espléndido automóvil. De interesarle le proponemos poner al día a su carretero o persona encargada de conducirles el carruaje, mostrándole a conducir el moderno coche. Visite a Rafael Roselló Olivar, frente a la parroquia de santa María de Mahón».

A la semana de leerse esa publicación un nuevo reclamo decía: «Vendo una magnífica galera de 4 asientos con cristales biselados a precio baratísimo, por ser procedente de cambio con automóvil».

«Chasis Ford. Vendo uno y a toda prueba y con neumáticos semi nuevos por el precio de 700 pesetas».

«Ganga.- Vendo un motor de automóvil, de 4 cilindros adaptable para embarcación de 8 HP marca Viñot, con carburador Ferrith y magneto Eosih, por el precio de 250 pesetas».

La semana anterior, la Comandancia de Ingenieros recibió una caja conteniendo un automóvil Fiat. Fechas después en las barberías y foros propicios al encuentro de varones corrió la voz de que en cuerpos militares se iba pensando en la adquisición de uno de aquellos vehículos para servicio de jefes y oficiales.

Nada extraño que se hablara de la «era del motor», como se la denominó. Imagino el trabajo de los conocidos satxos tanto el Sr. Bagur como su compañero de oficio el sr. Moll las pasaban moradas con los indisciplinados chóferes atreviéndose a subir por la cuesta de Hannover ‘costa de sa plaça’ y recorriendo la ciudad a toda velocidad. Por supuesto el Sr. alcalde no dispensaba las multas que ello les acarreaba.

El 15/12/1926, según «El Bién Público», en la colàrsega, cercano al lavadero municipal, cayó al agua un Ford al perder los frenos, el chófer y un acompañante, por fortuna no perdieron los nervios, ni sufrieron percance alguno, más que el remojón. Gracias a varios carros y mano forzuda lo sacaron del mar.

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