Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:
Muy personal

Ante lo imprevisto

|

Pues, ¡no sabéis la mala pata que he tenido! Hace unos días me caí al meter el pie en un agujero que no debía estar ahí y me rompí la cabeza del fémur. ¡Jopé, qué dolor!

Así que os escribo desde la clínica Rotger en Palma, donde me han operado y recompuesto la «pata».

Pero quería hablar de la actitud de las personas frente a situaciones inesperadas que te cambian completamente los planes que habías forjado... porque estoy convencida de que según tengas una u otra manera de enfocar lo que habías planeado y que queda roto (como tu hueso) condiciona la recuperación y sobre todo ayuda a los que están a tu alrededor a sentirse menos «agobiados» por lo que ha pasado.

Porque nuestra actitud crea en la mente un marco de comportamiento que a su vez incrementa la fuerza y valentía para afrontar lo ocurrido... así que tener una actitud positiva comporta muchísimos beneficios.

Y hablando de ello, quiero también decir que el buen humor acompañado a una actitud positiva no solo hace que eso «duela menos» sino que aligera y ayuda a desdramatizar situaciones como la que, ahora, me ha tocado en suerte (bueno, es un decir... lo de la «suerte»).

Pero otra de las grandes ayudas en estos momentos son el interés que se toman quienes te quieren... alucina el cariño que recibo cada día de personas cercanas, pero también de algunas que no siendo tan cercanas han compartido conmigo momentos vitales. ¡Qué rica me siento en amistad y cariño!

Qué importante tener a tu lado a una persona que compartiendo tu vida, en estos momentos, se entrega en cuerpo y alma para que estés mejor, dándote aliento y ánimo.

Soy muy afortunada, todo esto lo atesoro y estando aquí, en el hospital aún recién operada, se me va la cabeza a pensar en todas esas personas que están solas o que, sin estarlo, lo que reciben es la sensaciones de que «molestan»... Mi cabeza no ha dejado de pensar en la soledad de tantas personas que ocupan residencias, hospitales, o incluso que estando con salud viven en soledad.

Un escalofrío doloroso se cuela en mis entrañas cuando pienso en ello y me pregunto ¿cómo puede ser que nuestra sociedad haya llegado a extremos de abandonar a sus mayores, a ningunear su dolor, su miedo, su tristeza?

Deberíamos pensar en ello más a menudo y analizar qué podemos hacer, cada uno de nosotros, por los demás.

En este momento geopolítico tan discordante, donde hay cincuenta guerras, donde tantos seres humanos se sienten perdidos, abandonados, sin recursos ni futuro... nosotras ¿qué caramba hacemos?

Ah, perdonad, pero el estar ingresada me da mucho que pensar... y me duele, me duele mucho más que mi «pata».

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto