El presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo, ha pasado de ser conocido por su capacidad para sacar mayorías absolutas en Galicia a serlo por tener el don de la inoportunidad, o lo que es lo mismo, a ponérselo todo en contra cuando lo tiene todo a favor.
Sin ir más lejos, esta misma semana el líder de los ‘populares’ ha desaprovechado otra oportunidad para sacar partido del mal momento por el que atraviesa el Gobierno de Pedro Sánchez. «Vamos a pasar del cónclave del Papa al cónclave del PP», ha anunciado Feijóo. El gallego debería saber que los pontífices no repiten en el cargo. Del mismo, modo una de las frases más repetidas en las últimas semanas ha sido ‘el que entra Papa sale cardenal’. Sin lugar a dudas, el símil del presidente del PP no ha podido ser más desafortunado.
No es la primera vez que sucede. En la campaña electoral de las últimas elecciones generales hubo varios ejemplos.
El desgaste que padece el Ejecutivo liderado por Sánchez es insólito. El círculo más cercano del presidente está imputado: su mujer, su hermano y su antigua mano derecha. En relación a este último, es especialmente significativo que José Luis Ábalos fue el defensor de la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy que perseguía poner fin a la corrupción del PP. Sin embargo, ahora está imputado y desvelando conversaciones de whatsapps con Sánchez, que -salvando las distancias- recuerdan al ‘sé fuerte’ que en su día le dijo Rajoy a Bárcenas.
Sin embargo, Feijóo no sabe aprovechar todo esto y en el caso de que se anticipasen las elecciones no tiene asegurado llegar a la Moncloa. El socialista está tocado, pero no hundido y su manual de resistencia es un salvavidas muy potente. Seguro que Feijóo tiene morriña de su añorada Galicia.