En el procedimiento reglado para analizar las operaciones de concentración empresarial la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) en 30 de Abril, considera que existe una amenaza para la competencia efectiva en mercados minoristas, pymes y autónomos. Que B. Sabadell no es «insustituible» ni «irreemplazable», que existen otros competidores. Que los problemas identificados son puntuales y localizados. Y que con los compromisos propuestos por BBVA se palía «la amenaza para la competencia efectiva».
Los empresarios pequeños, los de Menorca en su mayoría, saben perfectamente lo que significa competencia «por el descuento y el crédito»; lo vivieron con la desaparición de las Cajas. Un ejemplo elocuente: si un empresario trabaja con dos entidades, que cada una le descuenta, digamos 50.000€ de sus ventas, y se fusionan, la nueva entidad resultante no va a asumir -por concentración de riesgo- los 100.000€ de descuento, y no digamos de riesgo puro.
Y no especulemos con la posibilidad (como hace la CNMC) de ir a buscar otro banco que se haga cargo de los 50.000€ del banco opado. Esto sería desconocer como funciona el mercado de financiación de pymes, que requiere un conocimiento especial (y próximo) a lo que es el riego. De ahí la importancia de los bancos «arraigados» en el territorio que conocen, y por tanto pueden asumir, el riesgo de sus conciudadanos. El credit scoring no funciona en este servicio.
La CNMC aduce que, para aprobar la operación, el BBVA ha tenido que asumir una serie de obligaciones de mantenimiento de las condiciones que tuvieron con Sabadell, durante un cierto tiempo. Una serie de requisitos que no tienen en cuentas ni la realidad cambiante de las empresas, ni el ciclo económico, ni, por supuesto precios, cantidades y comisiones. Por tanto de difícil cumplimiento y mas difícil verificación.
Ahora le corresponde al Gobierno considerar si el interés general se ve afectado; tiene tiempo hasta el 27 de junio. Debe reflexionar en términos de interés general (distintos de los de competencia), si autoriza la fusión, consecuencia del éxito de la OPA, como pretende el BBVA.
Si el Gobierno tuviera que tomar en consideración lo que opina el sentir general en donde el B. Sabadell está más implantado (Catalunya, Valencia y Balears) la decisión sería clara. Casi todas las organizaciones empresariales, entidades cívicas, sociales, clientes, stakeholders, han mostrado su rechazo. Incluso el Parlament de Catalunya ha aprobado una resolución (¿no se dice que todo está muy polarizado?) categórica en contra de la operación. Es la opinión de la Sociedad suficiente y equiparable al interés general?
Pero existe otro motivo. Está apareciendo un cuerpo de pensamiento cada vez más potente que defiende lo que podríamos llamar «equilibrio de poderes».
No solo por motivos económicos. Está claro que el mercado de 4 actores marcará precios mejor para los consumidores que el de 3.
También institucionales. Que una sociedad con poderes y contrapoderes funciona mejor que otra con oligopolios; es más igualitaria, equilibra mejor los balances de poder. Por el contrario reforzar los grupos sociales de poder no es una buena política, ni económica ni institucional. Recuerden el big to fail.
Y la empresa menorquina? Segú Chat GPT entre los dos bancos disponen de 6 oficinas en Menorca, pero el número no significa que las empresas estén mejor atendidas. El producto pymes es un servicio especializado que solo se puede prestar desde unidades con curva de experiencia y arraigo en el territorio. Si desaparece, por acumulación de riesgo, una cuota, por ejemplo del 25%, el daño a la cobertura de la financiación a pymes es muy significativo.
Esperemos la decisión del Gobierno.