El otro día recibí un e-mail de un buen amigo mío en el que me decía: «Lo esencial para ser feliz en esta vida es tener algo que hacer, algo que amar y algo que esperar».
En el hacer, amar y esperar radica nuestra felicidad.
Si cada día tenemos algo que hacer y lo hacemos con ilusión, caminamos hacia la felicidad.
Si cada día tenemos alguien a quien amar, nos hará felices.
Si cada día tenemos algo que esperar, nuestra alegría permanecerá viva.
Algo que hacer, algo que amar y algo que esperar: tres cosas fundamentales para poder ser felices.
Si no hacemos nada, si no amamos, si no esperamos, ¿qué sentido tiene nuestra vida? Ninguno. Sin nada que hacer, amar y esperar, nuestra existencia carece de sentido y nos alejamos de la auténtica felicidad.